Mi Alfa

Capítulo 18

Tan pronto como las convocatorias salieron publicadas. Rudolf y yo elegimos una universidad. El estudiaría Administración, ya que en el futuro tomara los negocios familiares. En cambio yo me decidí por una carrera diferente. Yo estudiaría marketing, tenía planeado trabajar en el mismo sitio que mi querido Rudolf.

Beatriza decidió estudiar en una universidad diferente, pero que quedaba cerca de la que Rudolf y yo elegimos. Mi madre dijo que solo podríamos hacerlo si ella y yo vivíamos en el mismo apartamento. Ella eligió Actuación, la universidad era buena, pero solo se especializaba en esa área del cine y televisión.

—Listo— susurre cuando termine de poner todos mis datos en la inscripción.

Rudolf tomo mi mejilla y me robó un beso —Cariño, eres increíble— susurró.

—Tambien lo eres— sonreí.

—Vallamos a terminar de empacar— el se puso de pie y se acercó al buró en el que tenía mi ropa. Abrió los cajones y enseguida me ayudó a meter la ropa dentro de la maleta. Yo apague la computadora y la metí dentro de mi mochila, también metí todos mis libros y el resto de cosas que tenía en el escritorio.

En poco tiempo toda mi ropa ya estaba dentro de la maleta y listo para irnos. Faltaba un día para la graduación, así que teníamos que comprar un traje elegante que ameritara la ocasión.

—Vallamos de compras, cariño— lo mire con una sonrisa en los labios. El se levantó de su escritorio y se acercó a mi —Quiero comprar un atuendo elegante para ambos.

—Es una excelente idea— sonrió también —Llevemos las maletas al auto, pasemos por mi casa y vallamos a dónde tú quieras— me rodeo con sus brazos y enseguida me cargo.

Luego camino hacia la puerta y salió conmigo en sus brazos —Espera, cariño— comencé a forcejear, ya que probablemente me llevaría en sus brazos hasta el auto.

—Sujetate bien, mi vida— el no me bajo. Yo solo me escondí en su cuello y dejé que me llevará de ese modo.

—Es Franz Schmidt— alguien llamo y Rudolf se detuvo.

Yo me separé de su cuello y mire hacia dónde la persona se encontraba.

Era aquel alfa con el que me había topado en el pasillo mientras volvía a la habitación con Hunter. Yo me solté de Rudolf y lo mire serio —Soy yo, ¿Tienes algún problema?

—¿Tu eres amigo de Hunter, verdad?

—Lo soy ¿Que asunto tienes con el? ¿por qué me buscas en primer lugar?

—Yo perdí todo contacto con él. ¿Lo has visto?, ¿has hablado con él?

—¿Por qué debería decírtelo en primer lugar?

El mostró un rostro triste y las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos —Dijo que no podíamos estar más juntos, dijo que me rechazaba, dijo que no volveríamos a vernos.

—¿Tu eres ese Mate del que hablo?— Tome la mano de Rudolf y comencé a caminar —No se en dónde está ahora, dijo que volvería a su manada porque su padre había arreglado su matrimonio— me detuve a centímetros frente a él y lo mire —La noche que se fue discutimos, probablemente ahora este unido a ese alfa del que hablo, así que acepta su rechazo, será mejor para los dos— dije eso último antes de seguir mi camino.

Estaba furioso, conmigo mismo por no haberlo detenido, pero ahora no podía hacer nada. También estaba furioso con Hunter, el había hecho completamente lo contrario a lo que había planeado. Pero el tenía razón, yo no era distinto de él, no me atrevía a contar a mis padres lo que realmente deseaba.

—¿Estás bien?— Rudolf me detuvo. Me tomo los hombros y me miró —Estas liberando tu aroma.

Yo lo mire a él, desvíe la vista y luego seguí caminando —Lo estoy.

Rudolf solo me siguió en silencio. Al llegar al auto entre y luego él. Encendió el auto y comenzó a conducir —Y bien ¿Qué es lo que quieres hacer primero?

—¿Sobre qué?— lo mire confundido.

—Te veo distante, Franz— el me miró —Algo está inquietandote y no se que es, eso me molesta— volvió su vista al frente —¿Es por lo de antes?

—Yo— susurre con la cabeza agachada. Estaba completamente vulnerable, las palabras de Hunter se repetían una y otra vez en mi cabeza. —Odio la idea de convertirme en Alfa— solté, aún con la cabeza agachada, desaprobando mis palabras.

Rudolf se freno —¿Por qué no se lo dices a tus padres?— me miró.

—No es fácil para mí— susurré —¿Sabes lo entusiasmado que está mi madre? Siempre dice que desea vernos fuertes y tomando nuestra posición. Si lo hago los defraudaré, no quiero que eso pase.

Él tomó mi mano —Pero es algo que tú no quieres, no te sentirás cómodo.

—Ya no importa— mire por la ventana —Hare lo correcto y lo correcto es tomar mi lugar— dije, aunque sabía que eso no era lo correcto.

—Solo piénsalo, ¿Si?— volvió a conducir —Ahora vamos a comprar nuestro atuendo para mañana, es algo importante— trato de levantarme los ánimos.

—Si— susurré.

Luego solo continuamos en la carretera y fuimos a la cuidad, él ya había visitado este lugar muchas veces, pero para mí, está era la primera vez que venía a este lugar.

Ambos bajamos del auto y luego el me toma mano —No me sueltes, es peligroso para ti ya que no has venido aquí nunca. No quiero que nada malo te pase— me miró, pero yo solo estaba maravillado con lo hermoso que se veía.

Las enormes tiendas, las casas, la gente tramitando, los autos. Todo era maravilloso, todo era deslumbrante.

—Es hermoso aquí— lo mire y sonreí. Era un fácil medio de distracción. —Gracias por traerme, cariño— me acerque a su mejilla y deposite un beso.

Él sujeto con más fuerza mi mano y luego simplemente fuimos a comprar nuestro atuendo. Él me llevó a una tienda enorme de ropa, especialmente de trajes elegantes y bellísimos. Fue difícil decidir, pero con ayuda de mi querido Rudolf todo fue más fácil.