Jordan El Hospital Cívico de Palermo estaba frente a nosotros. Luego de llegar a la capital de Sicilia tratamos de tomar los caminos más transitados para evitar ataques como el anterior. Estábamos seguros de que Fabrizio no se atrevería a agredirnos en medio de tanta gente a plena luz del día. –Este es el segundo más cercano… Debo estar muy loco como para seguirte en esto. Bramó Leonida poniendo los brazos en curva mientras admiraba la entrada principal del centro de salud sin poder creerlo. –¿Y ahora qué vas a hacer? No creo que te dejen entrar al mortuorio como si fuera tu casa. –Desde que llegué aquí no han parado de decirme que Jennifer era una mentirosa, entonces pensé desde anoche que voy a honrar su memoria. Tu solo sígueme la corriente. Me hice un espacio entre el braz

