Prólogo

250 Words
Cuando era pequeña la abuela solía decirme que más valía un día como lobo que cien como oveja. Jamás le encontré tanto sentido a esa frase hasta aquel día. Sus palabras retornaron a mi mente con su propia voz, como cuando no fui capaz de saltar a esa piscina a los siete años. Tomé la manija de la puerta en mis manos y terminé de abrirla. El miedo me ahogaba pero ya no había marcha atrás, ni el temblor de mi cuerpo, ni mis pensamientos negativos me harían retroceder. Llegué al comedor Praga y encontré a todos reunidos para la cena como era costumbre. Michaela y Mauricio me miraron con cierta curiosidad al notar que no tomaba asiento en mi lugar habitual. Sentí que el peso de toda la carga sobre mis hombros iba a hacerme flaquear y desistir de mi objetivo pero entonces vi esos ojos. Esos ojos marrones con la total atención puesta en mi detuvieron mi mundo. Todas las figuras en la mesa se difuminaron a mi alrededor, solo éramos él y yo como lo había imaginado tantas veces en mi cabeza. Bastaba con solo una mirada de Alexander Bellini para hacerme saltar al vacío si así lo quería. –Jennifer ¿Pretendes tomar asiento para hoy o te esperamos hasta mañana? Preguntó Marcela con mofa y cierto grado de disgusto escondido en la voz, esfumando mis pensamientos. Tardé algunos minutos más en tomar valor y responder sin dejar de observarlo. –Yo no me llamo Jennifer…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD