Jordan
Leo me dijo que volvería el viernes con noticias respecto a mi pedido y para mi estuvo bien. Corría con el peligro de que Fabrizio se enterara de ello así que no pude dormir durante las noches pensando en qué pasaría si me encontraba.
Con el paso de los días llegué a memorizar el camino del jardín hacia la habitación que me asignaron y aprendí a reconocer la puerta para no afrontar bochornosos encuentros con cualquier otro m*****o de la familia.
Di un par de vueltas por el jardín admirando las flores tan bien cuidadas por las que seguramente debía esforzarse el personal de la casa. Los rosales eran encantadores y resaltaban mucho más a la vista por lo que seguí la plantación hasta toparme con la enorme piscina de la casa. Me acerqué a ella y pude ver mi reflejo aterrorizado en
