Jordan Fabrizio era un borracho testarudo. Insistió al chofer de la familia en dejarlo en paz y permitirle montar aquel auto de lujo pese a su estado de ebriedad. Tuve náuseas al ser obligada a subir y sentir la tremenda velocidad a la que aceleró apenas encendió el vehículo. "Voy a morir aquí, vamos a morir los dos si sigue conduciendo. " Pensé, evitando ver a través del cristal mientras iba en ese viaje que me pareció una eternidad. El tipo a mi lado estaba tan loco que desobedeció el semáforo en varias ocasiones e incluso hizo del estacionamiento un brutal acto. Algunos otros conductores que habían estacionado sus autos allí le dirigieron miradas feroces, aunque poco parecía importarle. –¡Hemos llegado a tu destino princesa! ¡Hoy voy a impresionarte! No comprendí, solo pude

