Alexander
Vi a Marcela recostada en la cama cuando entré a la habitación que compartimos. No me dio palabra alguna y tampoco la esperé, tan solo me recosté a su lado y traté de dormir.
Apenas pude pegar los ojos durante unos cuarenta minutos ya que en mis sueños aparecía Jennifer y su extraña mirada desolada que parecía pedir ayuda a gritos. Mi cabeza repetía de forma inconsciente la manera en la que se ahogó esa misma tarde en la alberca y lo cerca que había estado de morir ahogada.
En mis sueños ella trataba de acercarse una y otra vez hacia mi pero no tenía éxito ya que unas sombras inquietas se movían a su alrededor cerrándole el paso y anteponiendo una distancia que cada vez era más grande entre ambos.
Desperté cerca de la medianoche, giré a ver a mi acompañante de cama y me as
