Celine
Había estado dando vueltas por mi habitación al menos las últimas cinco horas, sabía que la decisión que había tomado era la correcta, pero eso no hacía que doliera menos, una gran parte de mi quería correr a ese aeropuerto con él y descubrir si en verdad podíamos construir algo juntos.
Pero luego estaba esa otra parte, la más grande, la más racional que me había estancado en el lugar, sabía que ya no podía confiar en él, que por más que sus palabras parecieran sinceras, él había roto algo en mí que no podía recomponerlo.
¿Cómo volvía a confiar después de todo lo que había pasado? ¿Qué me garantizaba que cuando se vuelva a sentir agobiado no me empujara lejos sin mirar atrás como ya lo hizo? No, yo no quería vivir así.
Ya no quería llorar más, pero también sabía que tenía que ha
