El camino de la perfección se alcanza a través de una serie de disgustos. - Walter Pater . . . La mañana siguiente en el comedor fue un espectáculo de luces y miradas a los ojos de quienes nos vieran. Por supuesto, papá y mamá estaban muy metidos en sus propias cosas para darse cuenta de que, al desayunar, mi hermano no dejaba de lanzarle miradas a Layla al hablar con mamá sobre una de sus tantas hazañas, tampoco notaban que Paul se había ofrecido cortésmente a secar los platos mientras yo los lavaba luego de comer. Hablamos de mil cosas en aquel momento y empezaba a sentirme de nuevo una chiquilla enamorada de el mismo hombre de siempre. ¿Por qué tenía que pasarme eso de ser tan predecible en la vida? -Cuéntame cómo es tener que pasar tu vida entre mal clima y enemigos acechando tu

