ALLISON
Tener 19 años no es lo más agradable del mundo, mis padres dicen que soy muy pequeña para unas cosas pero que soy muy grande para otras.
Ni siquiera se para que los escucho cuando se muy bien que no les hare caso y me saldré con la mía como siempre.
Entro a mi habitación y me coloco el vestido n***o de lentejuelas y encima me pongo la bata de pijama para que piensen que si me estoy durmiendo.
Maquillo mis ojos con un delineado a prueba de agua y aplico un poco de sombra color morado oscuro.
Saco sigilosamente los tacones de su caja y los dejo detrás de unos cuantos peluches, me hecho a la cama y me tapo hasta por encima del cuello y me pongo mi antifaz para dormir.
—Hasta mañana! Ya me voy a dormir — grito desde mi habitación
—Hasta mañana cariño — dice mi madre
Mi padre no dice nada, pero ya estoy más que acostumbrada a eso.
No es por creerme demasiado, pero estoy orgullosa de mi familia, mi padre es un empresario reconocido y mi madre es una de las mejores diseñadoras de moda del mundo.
Mi casa cuanta con 4 plantas y más de 15 habitaciones.
Cuando sé que mi madre y mi padre ya están en sus habitaciones le envió un mensaje a Christopher para que se estacione una cuadra antes de mi casa.
Me salgo de la cama y coloco las almohadas para que parezca un cuerpo de verdad, no es la primera vez que lo hago.
Agarro la trenza de sabanas que tengo para escapar por la ventana, agarro mi bolso y mis tacones y voy bajando lentamente para que no me cachen y se me joda el plan.
Ya estoy aquí preciosa — me dice Chris por el mensaje
Voy saliendo — respondo
Miro hacia mi ventana y escondo las sabanas detrás de la rama del árbol que esta un tanto cerca.
Me muevo sigilosamente para que las cámaras no em capten y me salgo de la casa.
Ya en la calle me coloco los tacones y voy en busca de mi príncipe del mal.
—Como estas muñeca — me dice Chris
—Perfecta para una noche loca — le digo y le doy un beso
Chris y yo somos esa clase de amigos con derecho, pero no con exclusividad, él y yo podemos estar con quien se nos pegue la gana.
Chris arranca el carro y ambos nos vamos hacia el bar Gigi’s
Apenas llegamos nos dejan entrar porque ya somos muy conocidos por el de seguridad, dentro puedo ver a mis amigas.
—Llegaste por fin — dice Geraldine
—Dejemos el drama y que empiece la fiesta — digo y todos salimos a bailar
Me voy a la barra y pido una piña colada, el barman me mira especialmente hacia mis senos no me molesta y le doy una mirada coqueta.
—Si me das tu número te la llevas gratis — me dice
—Ok — le digo y le doy mi numero
Me llevo la piña colada en mis manos y me pongo a bailar con mis amigas.
Me considero una chica divertida, carismática, muy liberal, pero sobre todo soy muy sexy cuando em lo propongo y hoy es uno de esos días.
Maneo mis caderas al ritmo de la música y subo mi vestido un poco mientras voy bailando, siento como muchos hombres y mujeres me miran y es lo que menos em importa.
—Estas que das un show, déjame acompañarte — me dice Chris y se pega a mí y ambos bailamos entre toqueteos
Sigo moviéndome y siento como la erección de Chris está cada vez más grande y palpable.
Miro a mi alrededor y varios hombres me miran con deseo y lujuria pura.
Sigo bailando con Chris las próximas canciones y siento como mi cabello se pega a mi nuca por el sudor causado entre tantos bailes.
—Voy al baño — le digo a Chris y este solo asiente la cabeza para irse a buscar una victima
Rio para mis adentros y me voy al baño.
Entro para refrescarme y veo como algunas están inhalando la cocaína, otras están que se toquetean entre ellas y otras están vomitando.
Saco mi celular para ver si mi padre se ha dado cuenta que me he escapado a pesar de que me diga que no lo haga.
No hay ni un mensaje ni una llamada así que lo más probable es que este durmiendo y no se haya dado cuenta de mi huida.
Me mojo la nuca y un poco los brazos para poder estar más fresa, retoco mi delineado y aplico más labial para así salir y seguir divirtiéndome.
Salgo del baño y veo como un grupo de chicos me miran mucho.
> — dice mi consciencia traviesa
> — digo y camino delante de ellos para irme a la pista de baile
Sigo bailando sola hasta que una mano se posa en mi cintura.
—Te gusta provocarnos — me dice muy cerca de mi oído aquel chico con voz sexy
—No sé de lo que hablas — me hago la loca, pero sigo meneando el culo por encima de su pelvis
—Vente conmigo y mis amigos, la pasaremos muy bien — me dice
—Tal vez lo piense, ahora solo quiero bailar — le digo y meneo mis caderas de la forma más provocativa que puedo.
Bailo con el chico misterioso y veo como unos ojos tremendamente fríos me están mirando como si me estuvieran mandando dagas afiladas.
Me pongo nerviosa y mi acompañante de baile se da cuenta.
—¿Qué sucede? — me pregunta
—Nada, solo que ya debería irme — le digo y me alejo buscando a Chris
Alejo a las personas de mi alrededor para así buscar mejor a Chris, no voy a negar que si em causo miedo esa forma de que me miraran a pesar de no ver a la persona.
> — me pregunto
> — me dice mi estúpida consciencia
Me dirijo hacia el baño de mujeres y ahí no está, así que debo ir al baño de hombres.
En situaciones drásticas hay que tomar medidas drásticas.
Entro al baño y veo a más de uno con la polla fuera de los pantalones, hago una captura mental para luego comprarlas y me entro a buscar a Chris.
No lo encuentro.
—Pediría perdón, pero sería mentira — digo y salgo del baño
Le mandó un mensaje y espero que me responda.
¿Dónde carajo estas? — le mando el mensaje
Te pregunto lo mismo, espérame en el baño de mujeres — me dice él
Lo espero fuera del baño y lo veo llegar algo molesto.
—Quiero irme — le digo y él no dice nada y ambos nos vamos
Llegamos media hora después a mi casa, son las 4 de la mañana y Chris sigue molesto
—Ya dime que te sucede — le digo
—Había un tipo que me dio mala espina, te estaba mirando demasiado y luego desapareciste — dice él —Me preocupe — confiesa
—Por esa razón te estaba buscando, yo también sentí lo intensa que era esa mirada — le digo
Nos quedamos en silencio y decido ser yo quien lo rompe.
—Duerme conmigo y luego te vas — le digo y sonríe
Ambos salimos de su carro y nos vamos a mi casa, entramos de la misma forma que Sali.
—Está bien que haya visto tu cuerpo antes, pero no significa que no me excite — me dice él
—Ese es el propósito bonito — le digo
Entre torpes pasos caemos a la cama y empezamos nuestro juego previo.
El sexo con Chris es bueno, es el mejor que he tenido hasta el momento nadie puede ganarle ese lugar.
Su polla es del tamaño perfecto, sus 23 centímetros me llenan por completo, el grosor es perfecto y cuando bombea dentro de mí me deja pidiendo más y cada vez más.
Su glande está reluciendo y es con el único que me permito no usar condones, lo conozco a la perfección y ambos sabemos que siempre nos protegemos con gente desconocida.
—Es un maldito honor estar dentro de ti sin una barrera — me dice y sigue bombeando dentro de mi v****a
—Sigue, sigue y no pares — gimo bajito para que mis padres no me escuchen
Chris sigue haciendo con su v***a maravillas y les juro que veo las putas estrellas.
Mis caderas toman vida propia y cada vez se alzan más esperando más profundidad.
—Me encanta lo pervertida que eres ángel — me dice él
—Soy todo menos un ángel mi querido príncipe del infierno — le digo y ambos reímos
Después de nuestro sexo fogoso, arduo, candente, lujurioso y más que deseoso nos tomamos un tiempo para recordar nuestra niñez, es algo ya común entre nosotros.
Eso nos hace recordar que el sexo solo es algo casual entre nosotros porque nuestro amor es de hermanos.
—Aún recuerdo todas las veces que me hiciste ver esas películas de romance contigo — me dice él
—Lo mejor era cuando te obligaba a leer mis libros favoritos — le digo
—Si pequeña castaña o debería decirte bruja — me dice él y rio ante sus ocurrencias
—No lo sé tinieblo o debería llamarte dios griego — le digo y ambos reímos
—Tú siempre serás mi pequeña — me dice él
—Y tú siempre será mi príncipe del infierno — le digo
Nos quedamos un rato más en la cama y siento como mis parpados ya me pesan.
—Muy bien hermosa, debo irme porque aún quiero conservar mis genitales — me dice y eso em hace reír
—¡Si!, debes conservarlos a mí me gustan mucho no quiero que los pierdas por culpa de mi padre — le digo riéndome
Chris se comienza a vestir y sale por mi ventana.
Lo observo y es igual de sigiloso que yo, después de eso guardo todo en su lugar y acomodo el cuarto como si nada hubiera pasado.
Me hecho a la cama y son las 7 de la mañana.
> — me dice mi tonta consciencia
> — digo
Me hecho a mi cama y caigo en brazos de Morfeo al instante.
Siento como una pequeña luz molestosa está cayendo en mi rostro y sé que mi madre acaba de entrar a mi habitacion.
—Ya me desperté madre — digo
—Pues qué lástima que no soy tu madre — me dice mi padre
Me siento en la cama en menos de un segundo.
—Como se nota que me tienes miedo — me dice él
> — dice mi consciencia
—No es miedo padre, es respeto — digo
—Qué bueno hija, no quiero que me tengas miedo — me dice él
Quiero preguntar para que ha venido a mi habitación, pero no me atrevo.
—Solo vine a comprobar algo, ya me voy — me dice y se va
> — dice mi consciencia
> — digo
> — me dice y cierro la conexión
Muchas películas de lobos me hacen daño.
Tapo mi cara con la colcha de la vergüenza.
Salgo de mi cama y alisto mi ropa deportiva porque es lo más cómodo para mí.
Lavo mis dientes y me doy un baño.
Entro a la sala y veo a mi padre y a mi madre desayunando.
—Buen día — saludo
—Buen día — dicen ambos a la vez
Puedo notar la tensión en la mesa y me siento nerviosa.
—Estas castigada Allison — dice mi padre
—¿Por qué? — pregunto
> — dice mi estúpida consciencia
—Reprobaste 3 materias este semestre — dice mi padre y se nota que si está enfadado
—Papá te juro que, si estudie, pero el examen — me manda a callar
—No quiero más excusas, me canse de esta misma situación — me dice
—Voy a mejorar lo juro — digo
—Ya pensé en lo que harás — me dice
> — dice mi consciencia
> — del digo
—Iras a trabajar a la empresa de cualquier cosa — me dice y em quedo con la boca abierta
—Pero padre — le digo
Trabajar significa no más fiestas, solo estudiar y trabajar.
Mi vida social se acaba.
—Ya está decidido, dejaras de trabajar cuando aprendas a ser responsable con tus acciones — me dice y se levanta de la mesa
Miro a mí a mi madre para que interfiera, pero sol me da una mirada de tristeza.
Bufo y sigo desayunando.
—En media hora te quiero en la empresa — me dice mi padre y se va.
Termino mi desayuno super rápido y me pongo uno de los conjuntos que tengo para mis exposiciones de colegio.
Una falda, una blusa y un blazer encima, me pongo los tacones negros y me maquillo un poquito.
Parezco una simple secretaria.
—Ya me voy madre — le digo y subo a mi auto.
Solo espero que a quien me toque servir no sea tan cruel conmigo.
> — dice mi consciencia