¡No sé en qué momento este Alfa supo dominar mis emociones! Apenas le he dicho para que viviera conmigo, solo fue unos minutos a su departamento y ha vuelto con algunas maletas, ¿Qué acaso ya lo tenía todo planeado? Aunque quisiera ponerme duro con él, esa sonrisa que llevaba puesto en el rostro era hermosa, la emoción y felicidad se reflejaba en cada paso que daba en todo mi departamento. Ni siquiera debía mover un dedo, él solo se encargó de hacer a un lado mis pertenencias para poner los suyos, por un momento me sentía invadido, pero en verdad era lo que estaba haciendo, lo seguía a cada paso para ver que tantos cambios habría en mi vida. Nuevas prendas en mi placard, que no eran mías, calzados pegados a los míos, en mi porta cepillos un invasor acompañaba al mío, solo podía verlo si

