—¿Almorzamos?
—¿Qué tengo que hacer para deshacerme de ti?
—Por hoy, llámame por mi nombre.
—Alfa idiota— gruño con molestia.
—Mmmm, ese no es mi nombre— Me sonríe como si nos lleváramos bien.
—Está bien te llamaré por tu nombre y me dejarás en paz. — Suspiro profundo.
—Por hoy— Aclara de nuevo como si no entendiera sus palabras.
—Maldita sea, en verdad eres molesto.
— Y tú eres hermoso— De nuevo su sonrisa se dibuja en su rostro, aumentando mi molestia.
—¡No coquetees conmigo Diego!
—¡Wow! Se siente bien oír mi nombre de tu boca.
—¡Deja de coquetear!
—¡No puedo evitar cotejarte! Y deja de actuar como un Alfa, aún no me has dicho como es que todos creen que eres uno.
—Aquí el único que cree que soy Omega eres tú. Deberías ir a ver tu sentido del olfato.
—¡Seamos amigos!
—No, y ya déjame en paz, cumple con tu palabra.
—Está bien, por hoy te dejaré, sé que me extrañarás— Verlo tan seguro de lo que afirmaba me provocaba nauseas.
—Maldito Alfa— intento reprimir una sonrisa, ¿cómo puede ser posible? No voy a caer en gracia con éste.
Siento que gruñe ante mí, con los ojos brillantes.
—¿Qué te sucede?
—Eres hermoso Mateo, no puedo evitarlo.
—No caeré en tus intentos, ve a otro lado con eso, donde sean bien recibidos.
Es mi Alfa — Ronronea mi Omega.
Luchar contra mi Omega se vuelve cada vez peor, lo siento, pero no debo seguir cerca de Diego. ¿Por qué lo llamo por su nombre? Es un Alfa idiota.
Por hoy logro que me dejara en paz, yendo de nuevo a mi departamento me preparo algo para almorzar.
Me gusta estar solo me da el tiempo de hacer todo lo que me apasiona, luego de haber almorzado voy a la habitación que armé exclusivamente para revelar mis fotos.
Son muy buenas fotos, la felicidad en sus rostros fueron bien capturadas.
Ver esto, sólo hace que extrañara a mis padres, ya no recuerdo cuando fue la última vez que tuve ese tipo de sonrisa verdadera de felicidad. Mi infancia era buena, amaba todo lo que mis progenitores podían ofrecerme, pero luego todo cambió.
¿Tendrá razón Ángel? Tal vez, si dejara de investigar tendría una vida diferente, mis padres estarían conmigo, si aceptara a Diego como Alfa. ¡Basta Mateo! No quiero volverme un omega sumiso, metido en la casa criando, ¿por qué soy producto de un capricho?
Debo deshacerme de estos pensamientos estúpidos. Si soy un Omega diferente debo aceptarlo y vivir de acuerdo a lo que soy, ¿por qué tuve que cruzarme con ese Alfa coqueto?
Debo dejar de pensar en él. Solo espero que no vuelva a la mañana, me pregunto ¿cómo supo donde vivo? en A.V.S. no proporcioné ningún dato aparte de mi nombre.
*******
Un día más con mi rutina diaria. No, no me aburro, luego de una buena ducha voy a la cocina para prepararme mis deliciosos huevos revueltos, esta vez aparte de rodajas de tomates también agrego unos brócolis hervidos.
Como no necesito salir temprano me dispongo a ver algunas películas, solo saldré para ir a ese encuentro al parque.
Me alegra que no sonara el timbre, significa que hoy me libraré de ese Alfa molesto.
Luego de un almuerzo y una buena siesta me preparo para salir. Suspiro aliviado al abrir la puerta notando que no había nadie con una sonrisa estúpida.
Una vez en el parque noto que aún no se veían las personas que necesito encontrar, tomando mi cámara preparo para tomar algunas fotos de los árboles y algunos animales sin llamar mucho la atención. Debía fingir ser uno más que iba a disfrutar del lugar.
Hasta que puedo divisar a un joven con una gorra negra, chaqueta azul y nos jeans oscuros, caminando de forma sospechosa, lo sigo con la vista sin que se diera cuenta.
Hasta que mientras se iba alejando lo sigo sigilosamente mirando por todos lados para no ser descubierto.
Se detiene junto a unos árboles donde acaba el parque, no había personas deambulando, ni niños que puedan correr peligro, busco un lugar apropiado para posicionarme para poder obtener buenas tomas, tengo algunas fotos de ese chico hasta que una mercedes n***o todo polarizado sin chapa se detiene justo frente a ese chico, no puedo creerlo, es el gran Max uno de los contrabandistas más buscados, solo baja unos centímetros la ventanilla pero lo suficiente como captar su rostro, definitivamente si logro que lo encarcelen me ganaré una gran oportunidad para que sea considerado en investigaciones, a aparte de lograr mi objetivo principal.
Sosteniendo la respiración tomo fotos del vehículo, necesito acercarme un poco más, pero se darían cuenta de mi presencia, enfoco mi cámara para obtener mejor imagen para luego tomar fotos en secuencias.
—¡Mateo!
Suelto la bocanada de aire que tenía retenida en mis pulmones de un golpe, para luego inhalar ese aroma que tanto había odiado en esos días.
—¡Mierda Alfa idiota! — maldigo para tomarlo con fuerza para hacerlo girar y cubrirme con su cuerpo como si fuera un escudo, como tenemos casi la misma estatura mis ojos se posaron con ira sobre los suyos. Las personas a quienes observaba, giraron para vernos. Con mi corazón latiendo rápidamente me quedo observando por un costado del rostro de este Alfa idiota hacia el chico.
—¿Qué estás haciendo? — Ni siquiera se da cuenta del peligro en que nos metió.
Aparto de nuevo la mirada de sus ojos para volver a guiarlas hacia el mercedes, el chico gira en todo momento hacia nuestra dirección hablando con el gran Max, hasta que sucede lo que no deseaba.
Un hombre abre la puerta del otro lado del mercedes vestido totalmente de n***o, mirando hacia nosotros acomodando su ropa para empezar a caminar en nuestra dirección.
Maldigo en mis adentro, ¡mierda, mierda! Somos hombres muertos, piensa rápido Mateo. ¡Piensa, piensa!
Poso de nuevo en los ojos de Diego que me observaban confundido, cuando intenta girar para saber qué es lo que me tiene distraído, lo tomo del rostro con ambas manos, forzando que mantuviera su vista en mí. No puedo creer que voy a hacer esto, ¡maldita sea!
—¡Amor! — Levanto la voz lo suficiente como para que escucharan y una sonrisa la más falsa posible. Me acerco lo suficiente para que mis labios sellaran los suyos. Mierda como pude llegar a esto, ¡maldito Alfa!