Connor Petrova. Me despierto con una sonrisa gigante en mi rostro, cuando siento unas caricias en mi mejilla y mi cabello, abrazo el cuerpo de Leyssi, y la atraigo más a mí. –Buenos días .–Susurra cerca de mi oído. –Buenos días, preciosa .–Mi voz sale ronca. –Te juro que me moje, tu voz es un paraíso.–Nos voltea y ella queda a cada lado de mi cuerpo, la observo y mis mejillas se tiñen de rojo. Ella acerca su rostro al mío pero yo lo esquivo. –No, aún no me cepillo .–Susurro con la cara al otro lado. –No me importa .–Aplasta sus labios con los míos en un cálido beso. Nos separamos y la observo mejor, está cambiada y eso me hace recordar cuando la ví a ella saltar y volverse un lobo, la loba que conocí hace varias noches. Pero eso debe ser imposible. Eso no existe. –Te levantaste

