Rode Mis pasos resuenan por el pasillo en dirección a la sala de reuniones, mis nervios están a flor de piel, sin embargo me limito a mirar a Simon, quien va a mi lado. Este me da una mirada divertida antes de abrir la puerta y entrar en la sala, mi vista va hacia las cuatro personas que se encuentran allí y, no puedo dejar de mostrar mi disgusto ante la chica castaña que acompañaba a Patrick se incrementa, más no me permito mostrarlo. —Buenos días —dice Simon y luego de examinar mi rostro pone su mano en la parte baja de mi espalda con atrevimiento, haciendo saber que vengo con él La mirada de Patrick se dirige allí automáticamente y su mirada se oscurece. —Buenos días —saludan los otros dos hombres. —Disculpen la tardanza —menciona Patrick cordialmente. —No fue molestia Willian

