Rode El aire parece irse de mis pulmones y mis manos están temblando. Aunque quiera aparentar naturalidad y fuerza los recuerdos causan que me desestabilice, miro al chico castaño que me mira con los ojos brillosos, su cinismo hace que el enojo crezca en mi sistema a gran velocidad. —Te lo preguntaré una última vez —digo lentamente cerrando los ojos para intentar calmarme—. ¿Qué demonios haces aquí Bryan? —espeto. —Vine a verte —confiesa. Levanto una ceja y me tomo el puente de la nariz con frustración. —¿Después de cuatro años? Deja el cinismo Bryan —suelto con rencor. —Me encanta como suena mi nombre en tus labios, siempre me encantó —dice con una sonrisa. —Lárgate de mi casa antes que llame a la policía —señalo la puerta. Él, suelta un suspiro y se levanta. —Nunca qu

