Raymi. Raymi—. Buenas, ¿ya saliste a correr?. Luciana—. Holis, no, aun no, ¿puedes ir?. Raymi—. Si, ya me estoy cambiado, dime cuando estés y te voy a buscar. Luciana—. ¿Vas a venir en camioneta hasta mi casa?. Raymi—. No no, voy caminando. Luciana—. Bien, te espero, ven no mas. Voy a la casa de Luciana rapidito asi salimos, mi mamá solo me miró cuando salí, y bueno, tampoco tiene mucho que decir, tengo veinticinco años, ¿qué me van a decir?, ¿A dónde vas?, ¿A qué hora vuelvo?, ¿con quién voy?, a los dieciocho ya no me preguntaron mas nada, si me desaparezco unos días me llaman, pero igual, no vivo en una burbuja, saben donde estoy, aca todos nos conocemos y mi camioneta todos la conocen, donde sea que este lo saben, y mis tíos y abuelos siempre les avisan cuando me voy, cuando lleg

