Prólogo

327 Words
Marcos siempre ha creído que la música es la herramienta más valiosa para expresar sus sentimientos. Para él, es difícil decir con palabras lo que piensa, siente o espera de los demás, razón por la cual ha encontrado un gran soporte en el canto y en su fiel compañera: Adela. Su abuela materna tenía una pasión que se dedicó a traspasar y enseñar a su nieto. Adela, su abuela, falleció cuando Marcos cumplió cinco años y desde ese momento el pequeño sobrellevó el dolor con lo único que su abuela le había dejado, aquella guitarra que su abuela solía tocar con tanto amor. El infantil Marcos de ese entonces, descubrió lo maravilloso que era el mundo de la música y prometió al cielo que haría hasta lo imposible para honrar la memoria de su abuela. Tomó la guitarra y con lágrimas en los ojos decidió que ese instrumento llevaría el nombre de su abuela. Adela lo había acompañado todo este tiempo y él sentía que más que una guitarra, era parte de su vida. El objeto representaba todos sus sueños y esperanzas que tenía con la vida. Marcos sabía lo que quería, por lo que cuando conoció a Samanta decidió que se jugaría sus mejores cartas para conquistarla. No era fácil entrar en juego cuando la chica estaba conociendo a otro tipo, pero Marcos había sido derrotado tantas veces que tenía claro que en esta ocasión el no perdería. Era su momento de brillar, de brillar para Samanta. ¿Y qué importaba si era un asco hablando? Él podía cantarle. Marcos podía demostrarle a Sam que él era lo suficientemente bueno para ella. Él tenía a su disposición a Adela para conquistar a Samanta y quería creer que su abuela también estaría de alguna forma con él, guiando su camino. Además, no se podía negar que su extrovertida personalidad sumaba muchos puntos. Él tenía muchas dudas, pero estaba seguro de una sola cosa: Samanta era especial.
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