Estando en la jefatura de policía, me encontraba como un animal en el zoológico, atrapado, sin salida, y mis miedos se hacían cada vez más fuertes al darme cuenta de la realidad. Mis padres tendrían que ir a buscarme, algo que no quería que sucediera, pero no tenía de otra – A menos que – en mí mente se generó una idea, un plan que podría funcionar de una forma gratificante – Puedo llamar a Tom, él me dijo que si surgían problemas podía contar con él. Llamé al oficial que nos vigilaba, le pedí la llamada que me correspondía por derecho. Él hombre no tuvo ningún problema con eso, me llevó a un teléfono que tenían colgando de la pared, marqué el número de Tom y esperé. - Taller automotriz Case ¿En qué podemos servirle? – contestó una mujer. - Hola, por favor con el señor Case. - En e

