Estaba en el taller de Tom acomodando los detalles que le quedaban a mi auto y los otros que le dañe en la carrera; aunque di un muy buen nivel de conducción, si le pregunto a mí auto, creo que el no diría lo mismo. Después de un par de días practicando con Ana tenía mejores reflejos y estaba mejor preparado para un enfrentamiento. Mientras le estoy cambiando los neumáticos al vehículo, Tom camina y me pide hablar en privado en su oficina, yo acepté inmediatamente, también tenía cosas de las que hablar con él y era mejor empezar a hacerlo ahora que nunca. Caminé rumbo a su oficina en la que él me esperaba, con su sonrisa siniestra y que generaba incomodidad. – Sam, pasa por favor, adelante– Entré al lugar; estaba algo oscuro (para mi suerte ya me habían quitado el castigo y podía estar

