CAP. 33 - POR FIN, MI PAÍS. Eran tiempos de clima raro. Extremos. Parecían haber desaparecido los intermedios, otoño y primavera. Fueron reemplazados por verano e invierno. Sí, cuando hacía calor era tan intenso que quemaba las plantas y en invierno las heladas competían también por la quema de la vegetación. Se podían ver cadáveres, de tonos terrosos, firmes, pero mostrando desnudez. Sin vida. A pesar de todo desde el Olimpo de su regreso, Liz sólo agradecía. Abrir los ojos y entender que estaba viva… ¡Tamaño susto! ¡Qué cielos, Señor! pensaba. Adoró llegar… Miraba todo como si fuera la primera vez. Viera que lindo es su país paisano Los cuatro rumbos que le conocí Viera que lindo este país paisano Venga conmigo y no me mire así Si le han vendido una postal de afuera Mire pri

