4:52 minutos de la tarde

2185 Words
4:52 minutos de la tarde. Nuestros recién conocidos chicos por fin habían llegado a la estación de buses para que Sophi tomará el bus que la llevaría de nuevo a Oxford y asi poder llegar antes de que su esposo se de cuenta que ella no estaba, pero un par de oficiales de policía habían detenido a los jóvenes en procedimiento de rutina en donde Sophia le estaba explicando a dichos oficiales lo sucedido en la estación ST Pancras, y uno de estos oficiales le dijo a ella que no podía irse de Londres sin antes colocar una denuncia por lo que le pasó. —Señorita le repito que no puede irse a Oxford sin antes colocar una denuncia formal, le garantizo que no le quitaré mucho tiempo para que pueda tomar su bus— Dijo muy amablemente el oficial de policía mientras que tocaba a Sophia por el hombro y señalando hacia donde debían ir. —Esta bien señor oficial, vayamos entonces, ¿Pet me acompañas por favor?— Contestó Sophia al oficial e invitó a Peter que la acompañara. —Claro Sophi, adelante vayamos— Contestó Peter mientras tomaba la mano de Sophia. Es así como los chicos siguen a los oficiales de policía hasta su auto, en donde Sophia le da al oficial sus datos completos y señala con lujos y detalles lo que le pasó y da también las descripciones del malhechor, los oficiales le imprimen un comprobante de su denuncia se la entregan a Sophia y dejan que los chicos se retiren si más que decir. —Apresuremonos Peter, se me está haciendo cada vez más tarde para tomar ese bus— Dijo Sophia mientras que rápidamente sujeta a Peter por el brazo, para correr hacia la taquilla de ventas. Los chicos corren como un par de adolescentes para llegar a la taquilla, pero por desgracia no eran los únicos, debían hacer una fila de aproximadamente díez personas, y mientras esperaban Peter no puede dejar perder la oportunidad para decirle algo Sophia. —Oye Sophi te parecerá algo alocado lo que voy a decir, pero este día a sido bastante especial para mí, no me imaginé que hoy conocería a una mujer tan hermosa como tú y mucho menos que me convertiría en su guarda espaldas— Teniendo Peter una mirada fija y a la vez sutil le hace este comentario a Sophia. —La verdad yo mucho menos me esperaba tal cosa, ni tampoco que me arrebataran mis pertenencias, pero en el fondo siento un gusto por haber conocido al próximo Elton John— Respondió Sophia mientras le daba una sonrisa a su nuevo amigo Pet. Algo estaba pasando entre ellos, pero ninguno de los dos lo había tan siquiera notado, era algo más que emocional y sería al transcurrir las horas que sabrían realmente lo que pasaría. Ya es hora, tras una larga caminata desde ST Pancras, por fin estaba Sophia frente a la taquilla de venta de la estación de buses para comprar un boleto con destino a Oxford, pero estaba a punto de recibir una respuesta que no se esperaba. —Buenas tardes señorita, por favor me da un boleto para la ciudad de Oxford— Sophia al fin estaba allí pidiendo aquel anhelado boleto. —Lo siento señorita, ya por hoy no hay más buses con destino a Oxford, el último salió hace 5 minutos, el próximo sale mañana a las 7:00 AM— Fue la respuesta que le dió la vendedora. —¿De verdad señorita? ¿esta segura de que ya no hay más buses por hoy?— —Si señorita estoy segura, ya revise en el computador, el próximo bus sale hasta mañana a las 7:00 AM— —Esta bien entiendo, muchas gracias señorita— —A su orden, estoy para servirle— Dijo aquella joven vendedora. Sophia jamás se espero, ni se imaginó que esa sería la respuesta que escucharía, no puede evitar llorar y se retira a unas escaleras que daban hacia la planta baja del edificio, se sienta en estas escaleras sin saber que hacer. Una vez más Peter entró rápidamente en acción y comenzó a darle ánimos a Sophia. —Sophi tranquila, ya encontraremos otra solución, no te desesperes, ya verás que si podrás volver a tu casa y todo estará bien— Decia Pet tratando de subirle los ánimos a su amiga. —No lo creo Pet, como puedo irme si no tengo dinero, no tengo teléfono, no tengo nada y no puedo llamar a mi esposo para decirle esto— En medio de su llanto respondió Sophi. —No seas negativa te lo pido, ven levántate de allí y caminemos, respira y detengamonos a pensar calmadamente ¿quieres?— Pregunto Peter mientras le estiraba si mano a Sophi para que se levantará y fuese con él. Sophia toma la mano de Peter y se levanta para hacer lo que éste le estaba proponiendo, se calma un poco y le pide a Peter que la saque de la estación, pues realmente allí no podrían hacer otra cosa, Peter la lleva afuera de la estación y ven aquellas calles hermosas, con parques y plazas a sus alrededores, pero Peter sabia en donde podría encontrar calma Sophia. —Vamos Sophi, ya se a donde podemos ir a pensar, vamos— Muy seguro de si mismo dijo esto Peter, tomando a Sophia de la mano y llevándola por la calle. —¿A donde me llevas Pet? ¿en que estás pensando?— Preocupada pero a la vez con algo de confianza, preguntaba Sophia esto a su guarda espaldas. —Ya lo verás, creo que es un buen lugar para que podamos pensar en cómo resolver tu problema— —No lo sé Pet, me estás poniendo nerviosa, además ya deberías dejarme sola, se te hará tarde para llegar a la fiesta de tu amigo— —No, nunca es tarde para llegar a una fiesta de Charlie, siempre son hasta el amanecer, ven sígueme, estamos cerca— —Esta bien, confiaré en ti— Dijo Sophia dejándose guiar y llevar por si nuevo amigo y además guarda espaldas. Peter tuvo la genial idea de llevar a Sophi a ver de cerca el London Eye y no sólo a verlo de cerca, si no también de subir en el. —No lo puedo creer Pet, esta es tu idea, traerme a ver esta noria— Decia Sophia con un tono algo fuerte. —Eh, si está fue mi idea ¿no te gusto cierto?— Respondía Pet, algo preocupado por la reacción de Sophia. —No, todo lo contrario Pet, la verdad si me gustó y mucho esto es muy hermoso, además este tipo de construcciones me relajan, mi tono de voz solo fue un juego— Al decir esto, Peter sintió un gran alivio pues había pensado que Sophia estaba molesta, pero realmente no fue así. Caminaron hasta estar a sólo pasos de esta gigantesca rueda y muy suavemente, casi que susurrando Peter le pidió a Sophi subir con él a la noria. —¿Subirías conmigo Sophi?— Casi susurrando y con una mirada tierna Peter le preguntaba ésto a Sophi. —Si Peter, no hay nada de malo en esto— Respondió Sophia aceptando y levantando sus hombros como señal de que su petición no era algo malo. Se acercan un poco más para que Peter preguntara y pudiese pagar para subir a esta gran rueda de la fortuna mejor conocida como el London Eye, esperan un par de minutos mientras llega su turno de subir y los nervios de ambos crecían increíblemente, sería la primera vez para ellos que subirían a esta noria. Por fin llega su turno de subir y es Peter quien duda más, él realmente le tenía fobia a las alturas pero Sophia le dió ánimos y lo convenció de subir, fue algo imposible para Peter no subir con ella, su mirada lo habría convencido. —Rayos ahora no se si pueda subir a esta cosa— Fueron las palabras que dejó salir Peter por su temor a las alturas. —Peter vamos, no seas así, esta fue tu idea y no puedes arrepentirte ahora, ven vamos que tu idea me gustó mucho— Decia Sophi con un tono de voz suave y convincente además de poner una mirada tan dulce que Peter no podría resistirse a esta petición. —Esta bien vayamos antes de que me arrepienta— Era un hecho, los chicos estaban a punto de subir a más de cien metros de altura, observarian desde las alturas un panorama hermoso algo que daría cabida a una invitación y también a una confesión. Al subir a la noria Sophia tomo la mano de Peter y la apretó fuerte para que él no sintiera miedo alguno y ciertamente fue algo que funcionó en su interior Peter se sintió seguro y por un momento se olvidó se su fobia, aunque al pasar un minuto Sophia soltó la mano de Peter, pues por su mente pasó una imagen de su esposo algo que hizo que la chica pensara. «Que estas haciendo Sophia Archer, acabas de conocer a este sujeto y ya le estás tomando la mano, tu no eres así además recuerda que estás casada, aunque en realidad ese matrimonio quizás este por terminar— Pensaba Sophi. —Oye, Peter llamando a Sophi, ¿estas allí? ¿Te paso algo?— Preguntaba Peter al ver la cara pensativa de su nueva amiga Sophia. —Perdon Peter, lo siento es que por un segundo se me vino a la mente todo este asunto, ahora estoy aquí está majestuosa obra pero mi mente se fue por un instante a Oxford, no se que voy a ser cuando mi esposo se enteré de que estoy aqui— Respondía Sophia notoriamente preocupada. —Entiendo Sophi, no a de ser fácil todo ésto, pero sigo sin entender por que tu esposo no puede saber que estás aquí— —Es una larga historia, ademas me avergüenza Peter esa es la verdad— Dijo Sophi mientras al fondo escuchan algo al fondo. La cabina en donde habían subido tenía unas bocinas, por las cuales señalaban alguna instrucciones y recomendaciones para estar más cómodos mientras terminaba su paseo, una de estas recomendaciones era observar el Castillo Real el cual estaba ubicado a su mano izquierda, mientras veían aquel imponente lugar, Peter le decía a Sophi que todo iba a estar bien, que no se preocupara más y que por el contrario pensara junto con el en una solución a su problema, pero en ese momento la noria estaba subiendo mas y más, estaba cerca de llegar a su punto más alto y pueden ver a lo lejos la estación ST Pancras el lugar donde se habían conocido, al ver esto los dos dejan salir un par de sonrisas sinceras, como si se estuviesen diciendo que en aquel lugar fue donde comenzó todo esto. Siendo este el punto más alto de la rueda, ésta hacia una breve parada allí y Peter aprovechó la oportunidad para tomar las manos de Sophia y decirle que todo estaria bien, que no se preocupara más porque al bajar de allí seguramente encontrarían la respuesta a su problema, de pronto son interrumpidos por un fotógrafo que estaba en la misma cabina, pues junto a ellos estaban otras dieciocho personas más que estaban haciendo el mismo paseo que ellos. Aquel fotógrafo les entregaría una fotografía que les había tomando sin ellos darse cuenta, la imagen era casi perfecta, estaban ellos parados en frente de un gran ventanal de la noria con la vista aérea de todo Londres a su fondo, tomados de las manos, mirándose fijamente a los ojos y sonriendo además, Peter con su guitarra colgada en su espalda, Sophi vestida muy bien con sus botas altas, un jean, una chaqueta y su cabello perfectamente peinado hacia atras, eran la pareja perfecta en esa fotografía. —Hola chicos es un gusto presentarme, me llamó Chris y soy fotógrafo, acabo de tomar creo que una de mis mejores fotografías y quiero obsequiarselas— Dijo aquel joven fotógrafo mientras le entregaba la foto a Peter. —No entiendo, de que estas hablando— Respondía Pet aún sin ver la foto —Es una fotografía de ustedes dos, hacen muy bonita pareja— —Muy bonita pareja, a ver Pet muéstrame esa fotografía por favor— Decía Sophi aún sin entender bien lo que sucedía. Peter quedó sorprendido al ver esa fotografía, realmente era un excelente trabajo el que él joven fotógrafo había hecho, Peter le agradece al chico por el gesto mientras le pasa la fotografía a Sophia para que la viera y entendiera lo que el chico les decia. Sophia estaba sorprendida, ella jamás se esperaba tal cosa, le parecía algo increíble aunque le pide al joven que se quedará con la fotografía, pero el chico no la acepta de regreso poniendo como excusa que él se las había obsequiado a ellos y para no ser descortés con el joven, Sophia guarda en su chaqueta la foto.
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