Killian Parte Una vez que la fiebre bajó y Viktoria estuvo en casa algunos días para recuperase, la rutina anterior regresó a la normalidad. La joven visitaba la mansión ducal en los días en que Killian no tenía clases con sus tutores y lo acompañaba estudiando con dedicación. Chaffer la llevaba a su oficina, revisaban los libros y le explicaba. La niña era inteligente y parecía interesada en la administración y al contable, le agradaba enseñarle. Casi como la brisa de verano, el cumpleaños diez de la jovencita llegó y todos los residentes de la mansión ducal se esmeraron en celebrarlo. Killian estaba muy orgulloso y satisfecho de las atenciones que su gente le daba a Viktoria y había aprobado todo lo que le habían sugerido. El tiempo transcurrió para el plazo del acuerdo que tenía con

