La noche estaba tranquila en el refugio de Luna de Oro, pero en el corazón de Kael, la calma era un lujo que no podía permitirse. El mensaje de Sky había llegado con la fuerza de un vendaval, sacudiendo cada fibra de su ser. Ella estaba viva, aún resistía, y lo más importante, la Diosa Luna estaba de su lado, ayudándola a ocultar su luz, protegiéndola de las garras de Kai. Kael se movió rápidamente, sabiendo que esta información debía compartirse de inmediato con todos en el refugio. Mientras caminaba hacia la sala de reuniones, su mente no dejaba de repasar cada palabra, cada sensación que Sky le había transmitido. El dolor que sentía por el sufrimiento de su compañera era inmenso, pero ahora estaba mezclado con una esperanza renovada, una llama que ardía con más fuerza que nunca. Al en

