Capítulo 5

2015 Words
Hospital. Lisa fue al hospital a sacarse exámenes para saber si esta saludable y si puede quedar embarazada el siguiente año o antes de lo programado, para poder amarrar a Mateo y asi evitar que el se divorcie de ella, y se divorcie de su segunda esposa. Lisa pacientemente espero los exámenes y los resultados, para saber si esta lista para tener otro bebé. —¡En hora buena señorita Lisa todo esta bien con usted!, puede embarazarse con total facilidad, su esposo debe estar aquí para hacerse alguna prueba, para saber si esta bien de salud y si está listo al igual que usted, puede comunicárselo. —Claro que lo hare gracias doctora —dijo ella. —Tome estos papeles de análisis —ella los vio y doblo el papel de análisis. —Gracias —dijo ella. —Que tenga bonito dia —dijo la doctora. —Igualmente. En ese momento Lisa por algún motivo debería estar feliz porque podrá tener un hijo, pero en el fondo se sentía triste y destruida, quiere remendar algo que quizá no funcione con Mateo, ella ya no sabia que pensar, es como si no tuviera esposo, todo era difícil y complicado en su vida ahora, criar a sus hijos sola, a Mateo no le importaba un poco de si ella estaba bien o mal, solo de llegar a la mansión no era felicidad para ella, era enojo y sufrimiento. Lisa salió del hospital rodo una lágrimas de sus ojos, no era feliz, aunque intentaba aparentar ser feliz, tenía mansión, lujos y marido, pero nada le llena y se fue al parque a darse un respiro, y pensar las cosas, despues de media hora de lamentarse, estaba lista para volver a realidad y pasar tiempo con sus bebés. Lisa tomo su camioneta y al llegar a la mansión, frunció el ceño, Lisa se sentía abandonada impotente, llamo a Mateo un ay otra vez y el no respondió. Lisa llamo por decima vez hasta que la voz gruesa de Mateo se escuchó en el celular. —¿Qué quieres? —Pregunto él. —Que vengas a ver a mis hijos, los tienes abandonados, sabes que me estoy arrepintiendo de haberme casado contigo no sirves para nada, ni como esposo, no te tolero —Lisa le grito por celular, ella no pensaba quedarse callada, el guardar tanto odio hacia que su corazón se llenara de dolor como si espinas la mataran por dentro. —Hay ve que te inventas, cuidada a los niños por mí, estoy ocupado en el trabajo, por favor se paciente, no siempre tendré tiempo para ti —dijo mateo despectivo. —Es que tu nunca estas en la casa, te vas un mes quien sabe adónde, según tu negocios, no nací ayer, quizá tu engañándome con otra estas, y me quieres ver la cara, te detesto, no sirves —añadió Lisa cortando la llamada inmediatamente antes de que Mateo abriera la boca y ella aventó el móvil en el sillón. Lisa estaba tan molesta que no quería saber de nada ni de nadie, total la empleada estaba muy ocupada con los niños en el cuarto de habitación. En ese momento la puerta de la mansión se abrió y un hombre estaba atrás de sus espaldas, el hombre toco el hombre de Lisa, ella se sobresaltó. —¿Qué demonios hace qui?, no le he llamado, mis hijos están bien de salud, ya se puede ir, deje de acosarme, puedo cuidarme sola —le dijo suspirando. —Pensé que sus hijos habían enfermado, aparte no se presentó a la cita para chequeo general de sus hijos, pensé que algo malo había pasado o le había pasado algo a usted —dijo el hombre. —No, estoy viva, que no lo nota, lo olvide, no me acorde que había revisión hoy —dijo Lisa aturdida. En eso uno de los hijos de Lisa comenzó a llorar, Lisa al escuchar los gritos de su hijo pequeño, salió corriendo, el hombre tambien salió corriendo atrás de Lisa. —Señora que bueno que vino, no sentí cuando regreso, su hijo creo que tiene fiebre —añadió la empelada. —¿Fiebre? —Pregunto Lisa afligida. El hombre se acerco a examinar al niño y se dio cuenta que ardía en fiebre. —Doctor haga algo —grito Lisa. —Tu hijo tiene mucha fiebre, hay que bajar esa fiebre o colapsara, lo llevare al hospital inmediatamente —dijo el hombre. El hombre se llevó al bebé y lisa salió corriendo. Mientras Lisa lloraba, el doctor paso una mano en el brazo de Lisa, ella lo miro con llanto. —Tranquila conmigo está a salvo —dijo el dejándole saber su apoyo. —Doctor sálvelo —dijo ella. —Lo hare tranquila, estoy conduciendo a toda velocidad querida —añadió el Doctor atrevido. —No me diga eso, no soy su querida, respete soy mujer casada —dijo ella. —¿Dónde está él entonces? —Pregunto el Doctor. —Trabajando, esta trabajando duro, que quiere que haga, aparte que estoy bien —añadió Lisa. —No parecía estar bien tu matrimonio cuando me confesaste cosas entre copas —le dijo el Doctor. —Eso no tuvo que pasar Doctor, asi que déjeme tranquila —añadió Lisa. Dos horas despues el bebé estaba estable, pero lo dejaron en observación asi que tenia que dejarlo un dia entero en el hospital, el Doctor se fue a dejar a Lisa para que cuidara de su hija y de su otro hijo. Cuando Lisa se bajo de la camioneta del Doctor, ella dijo: —Lo que paso, lo que dije entre copas no tiene nada que ver, sabe que no me mire asi, no me vea con esos ojos, que bien sabe que soy prohibida para usted, lo mejor es que yo no lo frecuente tanto, y no acepte sus invitaciones, entienda soy prohibida para usted —dijo ella. —Sabes que no eres prohibida, si te divorcias podrás ser libre, sabes que el te puede lastimar quieres que él llegue a los golpes para que te divorcies —añadió el Doctor. —Usted es un Doctor soltero yo no, y mi marido no me pega y no me maltrata —añadió Lisa. El doctor salió de la camioneta, Lisa se asustó, el pego su cuerpo con el de ella y la miro fijamente, Lisa sintió que la electricidad recorrido su piel violentamente, ella se estremeció y su cuerpo reacciono al toque de un estímulo. —Pare Doctor —dijo ella —Lisa, sabes que deberías ver la mirada de quien te miente, te enamoraste perdidamente de un hombre que no vale la pena, sigues esperando que el te llame, eso no pasara, estas ciega, sabes que no se porque no lo denuncie cuando te pego en mis narices en mi consultorio, que bueno que permitiste que le diera su merecido, por lastimarte, no me digas que eso no es maltrato, nadie maltrata a una mujer porque si, no te pusiste a pensar, mírame a los ojos dime que no fue un error lo que paso entre tu y yo en mi mansión, mientras tomábamos copas, se que estas cansada de él, porque soy con quien sueñas, quiero ser la persona que sane tus heridas, no vengo hacer solo un amigo, lisa dejaste tu corazón abierto a la persona equivocada, te esta mintiendo, con eso que te dice que no ha tocado a otra mujer que no seas tú, esta destruyendo tu autoestima, estas confiando ciegamente, lisa piénsalo, estaré aquí para ti, porque eres una mujer única, excepcional, pero demasiado aferrada a un hombre que disculpa que te lo diga que no sirve, mereces ser feliz linda, cuídate —se atrevió a besar la frente de Lisa y decir todas esas palabras, dejo muda a Lisa, ella no pudo ni decir una palabra. Lisa no dijo nada, se puso helada, y ella le abrazo. Al llegar y poner el pie en la mansión Haut Var, se comenzó a sentir extraña por primera vez en su vida, como si su corazón haya recibido voltios de electricidad, ella se dio un baño en la tina por alguna extraña razón, su mente viajo, pero con ese Doctor que no le quita la mirada de encima y solo de imaginárselo le saca una sonrisa. Minutos despues le dedico tiempo a sus bebés, almorzó sola, alimento a sus hijos, pensando Lisa realmente que tanto hacia mateo en el trabajo que no lo dejan ni respirar. Lisa era ajena a que Mateo estaría con Sofia y no con Lisa, Sofia desconocía la causa de sus desapariciones por lo que pensó lo mismo, ¿Cómo es posible que el trabajo no haya un respiro?. Lisa la ver que cae la noche se desespera y no soporta la idea que el comparta cama con otra mujer que no sea ella, sigue obsesionada. Lisa marco varias veces al móvil de Mateo y entraba a buzón de voz. Quince días despues. Lisa lloraba cada vez que Mateo no le respondía el móvil, seguía a toda a algo que nunca iba a funcionar, ya que Mateo era libre de andar con él quisiera, han pasado quince días que ella no sabe de él, incluso fue a la empresa y nadie lo ha visto por quince días, Mateo había dejado a su mujer sola con los bebés al cuidado. Lisa se sintió realmente mal y despreciada por Mateo, era primera vez que el la dejaba tanto tiempo sola, tantos días. Los padres de Lisa estaban muy tristes de ver a su hija Lisa sufrir, ningún padre quiere eso para sus hijos. —Hija toma una decisión y es mejor que te divorcies de Mateo él no sirve como esposo —dijo la madre. —Hija tu madre tiene razón, el divorcio es la única opción que te está quedando. —No me puedo divorciar, la familia nunca a sufrido separación, no que pensara todos, y dejare sin padres a mi hijo —añadió Lisa aflija. —Hija escúchate por dios, lo que estás diciendo, puedes rehacer tu vida con otro hombre despues, deja de aferrarte a alguien que no te ama, perdona que te lo diga hija —añadió la madre. —No me repitas eso madre, no lo tolero, Mateo tiene que volver a mí, y si tengo que esposarlo, o retenerlo lo hare —dijo ella enojada. —Hija esta fuera de tus manos, no puedes retener a un hombre —añadió la madre. —Hija estas sufriendo mas y más, sabes que Mateo jamás va a cambiar, estas arruinando tu vida hija, te esta lastimando y tu estas ciega de amor, eso es lo que pasa contigo —añadió el padre. —Padres ya, entiendan que esto para mí no es fácil, quizá algo estoy haciendo mal como esposa, y por eso me esta saliendo todo mal y por eso que ya no le atraigo a Mateo, quizá estoy fea, quizá sea por eso, quizá engorde por eso no me quiere —dijo entre lágrimas. —Hija eso no tiene nada que ver, entiende que Mateo es mujeriego, algunos contactos me confirmaron que el te estaba engañando con alguien mas no lo decimos nosotros, lo dicen testigos que estuvieron en el momento —añadió la madre. —Hija piénsalo, piensa si quieres ser feliz, o infeliz al lado de un hombre que no te quiere, es tu decisión, pero cuando tus hijos crezcan, sentirás el dolor, es mejor si tomas el divorcio, ese hombre es capaz de Matarte hija, yo siento que un dia ni lo contaras cuando ese hombre te golpee o te haga algo, lo que quiero es que estes bien hija, y mira como te pones, estas cada vez peor, a la defensiva, desconfiada, esta ya no es vida para ti, hija estas muy mal ya te viste en el espejo, ya no sonríes, Mateo solo te tiene llorando, escondida en un rincón, te casaste muy joven, no entiendo como has aguantado a ese hombre tanto tiempo —respondió el padre.
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