Capítulo 43. Este será el golpe que termine con Grazzia Olivari.
La oficina de Luciana tenía un aire opresivo, como si las paredes reflejaran su ambición desmedida. Una lámpara de diseño proyectaba sombras alargadas, y los papeles amontonados en su escritorio hablaban de planes minuciosos y despiadados. Carlo y Alessia estaban sentados frente a ella, sus expresiones eran tensas, pero resueltas. Y Carlo, con su habitual aire de superioridad, miró a Luciana mientras les contaba todo lo que había logrado averiguar. La frustración en su rostro era evidente.
-- ¿Entonces Grazzia sigue expandiéndose como si nada? – gruñó Luciana, presionando su vaso de whisky sobre el escritorio.
Luciana, impecablemente vestida con un traje oscuro de diseñador, observaba los documentos que Carlo acababa de e
