Capítulo 46. Señor, la señorita Grazzia recibió otra amenaza. Mateo se levantó de su silla y caminó lentamente hacia un viejo retrato familiar que había en la pared. Salvatore nunca lo había visto a detalle, no reconoció a nadie en él, sin embargo, ahora que los recuerdos comenzaron a llegar podía recordarlo mejor. -- Después del accidente, tus abuelos, Giovanni Colombo y Ernesto Olivari, se reunieron conmigo en este mismo despacho. Ernesto estaba profundamente agradecido por lo que hiciste por Grazzia. Tanto, que estaba dispuesto a regalarte la mitad de las acciones de la empresa familiar – el presidente Cerdeña sonríe y señala aquel cuadro antiguo que Salvatore tenía y que nunca le llamo la atención, -- Esto no tiene nada de especial, era uno de los tapetes que utilizaba tu abuelo en

