Capítulo 38. Su familia no quería a un Olivari o un Colombo...
El silencio llenó la habitación. Grazzia lo miró, confundida al principio, pero luego entendió que no era una broma. Teodoro le estaba pidiendo matrimonio por tercera vez, aunque esta vez no parecía ser igual, está vez como todo un empresario poderoso, aunque con mucho alcohol en la sangre, había incluido su propuesta matrimonial como una parte importante de su negociación, parecía una broma fuera de lugar, pero ahora se estaba considerando a su matrimonio como una cláusula más en el contrato que ella misma había ido a proponer.
Grazzia no podía creerlo, ella pensaba que algo no estaba bien. Iba a responder lo que pensaba cuando Teodoro puso su dedo índice sobre los labios de ella, mientras se acercaba de una manera peligro
