Regresar a la oficina después de un perderme un fin de semana completo me hace regresar a la realidad.
Al llegar lo primero que me recibe es una enorme torre de trabajo atrasado en la editorial respecto a las relaciones públicas de esta.
El teléfono de mi oficina suena, es Esther comunicándome que el señor Lara necesita verme en su oficina.
Salgo de mi oficina, su secretaria me deja pasar y al entrar me mira fijamente.
—Kassey, pensé haberte dicho que esperaba verte el sábado en mi oficina muy temprano —Cruza sus brazos sobre su escritorio —. No viniste a trabajar y sobre ello no contestaste tu teléfono todo el fin de semana.
Me mira esperando una respuesta, arrugó los ojos y suspiro.
—Lo siento mucho Jorge, pero tuve un problema personal bastante grave y no pude contestar teléfono y mucho menos venir a la oficina.
—¿Tiene que ver con tu hermana?
—Un poco, pero ya todo esta solucionado.
—¿Y por qué traes el cabello rubio? —Me mira extrañado.
—Quise probar un cambio, es todo.
—Bueno, quería informarte que tus vacaciones de un mes están aprobadas, pero antes de eso quiero decirte que necesito que te hagas cargo de convencer a unos nuevos clientes los cuales pueden ser buenos para la empresa.
—¿De quienes se tratan?
—Se trata de la editorial Vance, la cuál lidera las bibliotecas de ventas más grande de la ciudad y el mundo. Hemos estado tratando de hacer negocios con ellos hace meses pero el señor Vance se ha negado.
—¿Qué le hace creer que ahora si quiera unirse con nosotros?
—El señor Vance murió hace unos dos meses y ahora su hijo es quién lleva el negocio. Lo hace muy bien y queremos ver que tal nos va con él.
—No es nada fácil lo que me estas pidiendo.
—Lo sé, pero como jefa de relaciones públicas se que podrás convencerlo, luego de ello tendrás tus vacaciones.
—Si logro llegar a un acuerdo subieras mi sueldo y me darás un mes de vacaciones sin llamadas o trabajos imprevistos.
—Hecho —Me extiende su mano con una sonrisa y se la acepto—. Confiamos en usted señorita Brooks.
—De acuerdo Jorge, ¿Ya concretaron una cita con el señor Vance?
—Si, de hecho ya tiene que estar esperándonos en el restaurante Pier.
—Entonces, andando.
Se levanta de su puesto, me extiende su brazo y salimos de su oficina tomando el elevador.
Su chófer nos lleva hasta el restaurante Pier, al llegar y mencionar nuestros nombres nos guía hasta una mesa apartada.
Al acercarnos veo a un hombre de espalda, el mesero se detiene frente a él.
—Señor Vance,sus invitaron ya llegaron.
Se levanta, se gira y cuando lo veo, siento como mi alma abandona mi cuerpo.
“Esto tiene que ser una maldita broma”
—Señor Lara, señorita Brooks —le extiende la mano a Jorge y luego toma la mia dejando un beso en ella —. Es un placer conocerle,Kevin Vance a sus órdenes.
No, no y no.
La vida debe odiarme mucho para hacerme este tipo de cosas.
—Kassey —Jorge me hace salir de mis pensamientos —. ¿Pasa algo?
—No, no te preocupes.
Me abre la silla ayudándome a tomar asiento, toma asiento a mi lado y Kevin lo hace frente a mi con una gran sonrisa en su rostro.
—Señor Vance, es un placer para nosotros que haya aceptado nuestra invitación para hablar referente hacer negocios a futuro ya que su padre nunca nos dejó hacerlo.
—Mi padre era un hombre de un carácter más fuerte y no le gustaba hacer negocios o juntarse con otras empresas, sin embargo yo soy un hombre con una mentalidad muy diferente a la de él.
—Entonces señor Vance pode...
—Primero me gustaría que almorzamos y puedan probar el menú que hizo hoy el chef —Sonríe llamando a un mesero —. Pueden traer la comida.
—Enseguida señor.
El mesero se marcha y luego de unos minutos se acerca a la mesa otro mesero con un carrito lleno de comida.
—Buenas tardes, como plato de entrada tenemos ensalada de camarón en salsa blanca, de plato fuerte tenemos espaguetti de la Casa en salsa de tomate casera con ajo aceite de oliva y albahaca fresca con pan de ajo y de postre tenemos las tradicional fresas con nata.
El mesero empieza a colocar la comida sobre la mesa, levantó la mirada y observo la mirada de Kevin sobre mi con una pequeña sonrisa.
Observa a Jorge y este no le presta atención a nada más que el plato principal que empieza a degustar.
Empiezo a degustar aquella ensalada de camarones y no puedo negar que es extremadamente deliciosa.
Kevin hace lo mismo, al terminar seguimos con el plato fuerte hasta llegar al postre.
Jorge ha tratado de empezar una conversación sobre los negocios que quiere hacer pero este siempre le cambia el tema y terminan en otra conversación.
Durante el postre observo su mirada sobre mi, sonrió, saco cuidadosamente mi pies de mi zapato y lo subo lentamente por sus piernas.
Se da cuenta de mis intenciones y rápidamente se pone nervioso, subo mi pies hasta llegar a su entrepierna, su rostro luce tenso y empiezo acariciar su m*****o mientras lo miró fijamente y muerdo una pequeña fresa de mi postre.
—Señor Vance, podemos conversar sobre los negicios que nos interesa hacer con usted.
—Señor Lara, seré sincero. Esta comida fue para conocer a mis posibles socios y créame que me agrado mucho conocerlos.
—¿Eso quiere decir que hará negocios con nosotros?
—No, aún no —Rápidamente me detengo —. Pero todo dependerá de la capacidad de su relacionista publica para convencerme.
—¿A qué se refiere? —Inquiero colocando mi pies nuevamente en su posición.
—A que usted deberá convencerme el por qué debo hacer negicios con ustedes, la espero mañana en mi oficina para conversar de ello —Se levanta de la mesa y veo como trata de esconder su erreción —. Fue un placer conocerles y esta de más de decirle que la casa invita.
—¿La casa invita? —Pregunto confundida.
—Si, la cadena de restaurantes Pier también me pertenecen, con su permiso.
Me quiña un ojo y se marcha dejándonos completamente solos.
—Kassey, prepara tu mejor arsenal para mañana —Réplica Jorge —. Necesitamos que convenzas al señor Vance de hacer este negocio.
—Es un arrugante.
—Y tú una buena Representante de ventas que tiene el poder de convencerlo —Palmea mi mano y se levanta —. Regresemos a la oficina.
***
Al llegar a la oficina, Jorge me da el resto del día para preparar todo para la reunión de mañana con Kevin.
Al llegar a casa empiezo a trabajar en ello, el timbre suena interfiriendo en mi trabajo.
—¡Voy!
Me levanto abrir, y al hacerlo quedo completamente asombrada.
—¿Armando? —Balbuceo —. ¿Qué haces aquí?
—¿Interrumpo? —Señala la copa de vino que sostengo.
—No, adelante.
Me hago a un lado dejándolo pasar, observa el apartamento y sonríe.
—Todo sigue igual a como la última vez que vine —Se gira y me mira con una sonrisa —. Bueno la diferencia es que estas más guapa y ahora eres rubia.
—Si, bueno eso —Señaló mi cabeza —. Fue una locura que mañana pienso arreglar.
—Te vez divina —Se acerca acariciando mi cabello —. Me gusta como te vez.
Garraspeo y retrocedo.
—Bueno, cuéntame ¿Qué te trae por aquí? —Le ofrezco asiento en el sofá —. ¿Gustas una copa? —Asiente.
Camino a la cocina, le sirvo una copa y regreso entregandosela y tomando asiento a su lado
—Quise venir a saludarte luego de preguntarle hoy por ti Amaya.
—¿Vista Amaya hoy?
—Si, y me lleve la sorpresa de que esta comprometida.
—Si , hace poco se comprometió con un empresario de la ciudad.
—Cristhoper Reynolds —Asiento —. Tuvimos el placer de conocerlo hoy.
—¿Tuvimos?
—Si, Paulo también lo conoció y créeme qué igual que a mi fue todo una sorpresa encontrarla con pareja h comprometida.
—Ambos están loco uno por el otro —Sonrió —. Sin duda se nota lo enamorado que están y por ende se comprometieron.
—Pude conversar con Amaya y se le nota lo enamorada que esta con solo mencionarlo, además de que si acepto comprometerse es porque esta completamente segura, seguridad que no tuvo con Paulo.
—Lo de Amaya con Paulo no era amor, era costumbre y pues me alegra que no haya dado ese paso,hubiera cometido uns estupidez —Lo miro fijamente —. Además sabes que siempre pensé y sigo pensando que tu hermano es un idiota.
—Eso no te lo discutire, además me alegra que Amaya sea feliz, pero ¿Qué me cuentas de ti?
—Bueno... —Suspiro —. Mí relación se fue a la mierda luego de encontrar Arturo teniendo sexo con una chica, luego me entere que llevaba viendome la cara casi un año.
—¿Y como te sientes?
—Me dolió, pero luego me di cuenta que no era amor realmente lo que sentía por él, si no costumbre.
—¿Y como te diste cuenta de eso?
—Luego de tener sexo con un hombre y no sentir remordimiento o extrañarlo.
Tomo de mi copa y me mira completamente asombrado.
—¡Vaya!, bueno digamos que al menos abriste los ojos y saliste de allí a tiempo.
—Si, y estoy empezando a vivir mi vida sin complicaciones o preocupaciones y eso me gusta.
—Pues ¿Qué te parece si salimos esta noche?
—¿Qué tienes en mente?
—Un antro del centro de la ciudad que es muy bueno por lo que me han mencionado ¿Te animas?
—Esta bien, acepto.
—Entonces, tenemos una cita...