—Ya sé quién es la mujer—Increpo obstinada al sentarse sobre la cama.
Portaba varios moretones en el cuerpo y parecía estar agotada. Dayana y Mística se miraron desconcertadas en la tierra solo habían pasado segundos mientras que en el infierno parecían horas.
—¿Quién es?—Pregunto Mística.
—Emma Lorient—Respondió sería Lilith al arrojarse sobre la cama.
Apenas era mediodía y la energía que habían guardado para la noche la habían agotado en la mañana indagando sobre la mujer.
—Es una tipa cualquiera, no tiene nada de especial—Soltó de mala gana Dayana al encogerse de hombros.
Lilith tenía los brazos cruzados mientras reposaba sobre su cama, reviviendo una y otra vez la forma sicalíptica en la que Satán se atrevió a tomarla.
Jamás se había sentido tan viva, excepto por Lucifer, él s
