Emma de levantó por la mañana, mirando de un lado a otro desconcertada, había perdido toda la mañana y no encontraba a Payki por ningún rincón del pequeño departamento. Lo único que había encontrado era el suéter gris de un hombre con un olor a perfume hipnotizador, había registrado todo el lugar, mientras buscaba su teléfono y la cartera. Olisqueó repetidas veces el suéter, embelesada y lo coloco sobre la cama buscando alguna etiqueta. Mancha ladro y se metió bajo la cama de Emma. — ¿Mancha qué haces?—Pregunto abrumada al dar un vistazo bajo la cama. Le preocupaba haber salido con algún hombre y ser drogada. Se aventuró a sacar a mancha de la arte de abajo de la cama que nunca revisaba y termino encontrando un teléfono, que no era el suyo. Sus ojos se abrieron llenos de sorpresa

