*-. Llego a la oficina justo a la hora y a la primera que veo es a Gimena.
- Gimena.
- ¿Pero qué te sucede? ¿Por qué tanta tensión en ti?
- ¿Cómo qué por qué? Todo esto es tu culpa, simplemente por hacer las cosas sin consultarme antes.
- Si te refieres a todo lo que he hecho con el jefazo pues dejame y te digo que lo volvería a hacer —su descaro no tiene límites—.
- ¡Ja! Si como no, el único momento en el que estuvo en silencio fue mientras comíamos, del resto no dejo de hacer preguntas ¿Sabes lo difícil que es para mí responder cosas de las cuales no quiero hablar?
- ¡Hey cálmate! Respira anda respira, cálmate ya ¿Vale?
- Estoy calmada, solo estoy agobiada.
- Okey, te entiendo, pero relájate ¿Sí? ¿Al menos dime que te fue bien?
- Si pues, pero no estoy preparada para nada, me ll
