*-. Caminamos de regreso al auto y le pido que nos vayamos ya, creo que ya tuvimos suficiente por hoy.
- Hey preciosa, deja de pensar tanto, ¿Dormirás en casa de Gimena?
- Si, saldremos para la clínica a primera hora.
- Perfecto, me envías el nombre de la clínica y allí estaré con Ethan.
- ¿Es necesario qué él esté allí?
- ¿Te molesta?
- No, pero no vi a Gimena cómoda de un todo.
- Lo dudo.
- ¿Por qué?
- Kendra, Gimena no estará en mejores manos como las de Ethan, es un buen chico ¿Vale?
- Lo conoces tú, no yo.
- Ethan es como yo.
- ¿Y cómo eres tú?
- Como me ves Kendra, no somos malas personas, eso lo irás viendo poco a poco.
- Vale —llegamos al coche— vamos ya a casa de Gimena por favor.
- Por cierto, ¿Tus muletas? —hasta mucho había tardado—.
- Sabes que no las necesito.
