El vuelo se había sentido más pesado de lo normal, las horas se hacían eternas y su corazón cada vez se sentía intranquilo, su mente jugándole una mala pasada al pensar que él iría al aeropuerto a decirle que le quería y que lo intenten de nuevo, porque a pesar de haber terminado, él la quería mucho y lo que ellos tenía merecía una segunda oportunidad. Como siempre eso no pasó y tal vez fue por eso que todo el peso de la decepción no cayó con fuerza sobre ella, tal vez fue por eso que a veces se sentía como una tonta, porque imaginaba cosas que jamás, ni volviendo a nacer le pasarían, podría imaginar su historia de amor como uno de los dramas coreanos que tanto le encantaban pero eso no le sucedería, porque todo era ficticio, las relaciones nunca son así de perfectas como las pintan en es

