If you.

1398 Words
Usualmente las Navidades solían ser ruidosas, y está vez no fue la excepción, la familia de su padrastro y madre estaban reunidos en una casa a las afueras de la ciudad y Mónica estaba sentada en un columpio mirando a sus padres discutir por quien tenía la razón para encender la parrilla. Aquel 25 de diciembre era extraño, porque a diferencia del año anterior, no había recibido una llamada deseándole feliz navidad, tampoco se quedó charlando por el celular hasta altas horas mientras su familia la veía.  Es más, no estaba ansiosa porque si regalo llegara a su destinatario. Ya no. Así que a pesar de los meses de tratamiento con la psicóloga aún se sentía intranquila, pero ya no ansiosa, como si estuviera a punto de tener un ataque de pánico, ya no. — ¡Qué me dejes hacerlo! — gritó su padre cuando perdió la paciencia de la manera más cómica posible. — ¡Yo puedo! — gritó su madre mientras encendía el fósforo y quemaba una hoja para juego ponerla entre el carbón. Los días se sentían más largos, algunos demasiado cortos, aburridos y monótonos. Y a decir verdad... Le extrañaba. Extrañaba la manera ridícula que tenía el muchacho de hacerla reír y calmarla, de decirle que todo estará bien o aquella manía que tenía de poner el brazo sobre su hombro y entrelazar sus dedos. Y sí, a pesar que le había causado un desequilibrio en su rutina y en la mente, a pesar que la hizo ponerse al límite...  Su presencia aún era requerida. Él era como la morfina. Y Mónica quería verle de nuevo. A pesar de todo. Ah, qué triste. El 30 de diciembre, el día que cumplió 22 años víspera de año nuevo la familia estaba reunida de nuevo, después de todo Mónica era la única que tenía 22, sus demás primas eran mucho mayores o mucho menores, y a pesar de los intentos no la comprendían del todo. Amaba celebrar su cumpleaños, le encanta que todas esas persones estén ahí por ella, y aunque el año pasado tampoco compartió ese día con el castaño... se sentía melancólica porque él fue el primero que le llamó apenas dieron las doce de la noche, le deseo feliz cumpleaños, le cantó algo totalmente improvisado y le mandó a casa un montón de girasoles, chocolates y un par de aretes, que nunca usó. Fer la saludó apenas llegó y le abrazó fuertemente, y le entregó un regalo. Le susurró al oído que agradecía conocerla y esperaba que estén juntas muchísimos años más. ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★ — ¿Saldrás con tus amigos? — la madre del muchacho preguntó mientras lo observaba escribir y borrar repetidas cosas en su celular. — ¿Ah? ¿Me dijo algo, mami? La mujer se sentó junto a él y observó la pantalla del teléfono, el contacto de Mónica y un corto mensaje escrito. Feliz cumple... — ¿Hoy es su cumpleaños? Chris asintió borrando el mensaje y bloqueando el celular, suspiró llevándose las manos a la cabeza dónde revolvió su cabello castaño con reflejos rubios. —No sé si debo... —Creo que lo que cambia no es solo la tecnología sino también las relaciones, estoy vieja— la señora miró a su hijo menor y le sonrió— En verdad no entiendo las relaciones de hoy en día, son más materialistas y complicadas. — Supongo que tiene razón. — ¿Salió mal la farsa? — ¿Ah? —la mujer rio. — Jamás nos presentaste a una novia, más con Mónica hasta hiciste pública su relación y además eran exagerados. Chris, seré vieja pero no estúpida. — Mamá yo- puedo explicarlo. — la mujer asintió y escuchó la larga y descabellada explicación de su hijo, si bien ella ya había sospechado el oírlo era más impactante. — ¿Te enamoraste de ella? — No. — ¿Seguro? El muchacho suspiró y negó con la cabeza, no quería admitirlo, le costaba bastante pero era verdad, le gustaba Mónica y bastante. Cuando recordaba su sonrisa, sus ojos azules brillar, la forma de su pequeño rostro y esos hoyuelos ilegales... moría un poco más. Ah, ¿así era el cielo? — ¿Y por qué terminar todo entonces? Se mordió el labio inferior y de tronó los dedos. Él tenía la misma pregunta, y en parte entendía a la muchacha, el mundo artístico era cruel pero a la vez hermoso, él también se sentía presionado por los cánones de belleza, él también quería tirar la toalla y volver a su vida tranquila. Pero también amaba ver estadios repletos de fans quienes gritaban sus nombres, quienes coreaban sus canciones y las bailaban. Su relación con el mundo de la fama era amor-odio. Y él más que nadie lamentaba no haber estado con Mónica cuando ella pedía ayuda en forma de sonrisas falsas y poses ridículas. La dejó a la deriva y terminó perdiéndola. — Porque fue mi culpa, fui egoísta y no me preocupé por ella, me centré en otra cosa y creí que ella estaría bien, no sabía de sus problemas, no me tomé 3l tiempo de conocerla, no sé qué le gusta aparte de los girasoles y los chocolates, no sé sus sueños y su pasado. Ella era un libro maravilloso que yo dejé a la mitad y lo he perdido, he perdido el tiempo y ella se aleja. Mamá... la quiero pero a veces la odio porque ella me rompió, me hirió y solo quiero gritarle que por su culpa casi... casi me quemo en la mentira que yo mismo creé. Su madre le abrazó se desmoronó en los cálidos brazos de su progenitora, después de todo aún era joven e inmaduro, y su madre aun podía ver a su pequeño de doce años cuando llegó llorando de la escuela para contarle que una niña le dijo que no deseaba ser su novia. — ¿Por qué no le dijiste todo eso? ¿Hm? Secándose las lágrimas el muchacho la miró, los ojos de su madre mostrándose comprensivos y tranquilizadores. — No sé, cuando fui a verla quise decirle, pero ella se veía tan frágil, de cristal, ella construyó un muro y por más que quise no pude conseguir que aquellas dos palabras salieran de mi boca. — Pero, dijiste que tenías otra novia antes que Mónica. — Sasha, la quería, pero creo que estábamos juntos porque ambos estábamos rotos, no sé ella se sentía como un hogar y me daba calma pero cuando mis sentimientos por Mónica fueron creciendo ese lugar al que llamaba mi hogar se desvanecía, era como un desierto, un oasis, una imaginación... — Bueno, llorando no conseguirás nada, según me has dicho Mónica necesita tiempo. Dale su tiempo, déjala respirar e inténtalo de nuevo y si en verdad esta vez no funciona... déjala ir. — Lo intenté una vez y... — A lo ficticio jamás se le llamará real, ese noviazgo fue falso, y ahora inténtalo en serio, comprométete y hazle saber que la persona que ella conoció en esos once meses era el ser estereotipado, sé tú mismo, Chris. — Tengo miedo. — Amor, es de humanos errar y de valientes reconocerlo, ¿la quieres? — el menor asintió — Entonces, deja la duda. Y mándale ese mensaje. ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★ 》Creo que aún no me haz bloqueado y espero que no lo hagas, tuvimos tanto que decirnos pero no lo hicimos, al menos yo no supe interpretar tu mirada cuando pedías un abrazo. Feliz cumpleaños, sabes que en el tiempo que te conocí te convertiste en una persona especial para mí y no lo digo por el contrato, en serio eres especial para mí y los días no me alcanzan para lamentarme el no haberme tragado el orgullo y decirte lo que sentía, tampoco lo haré por mensaje. Pero como dijiste esa vez, de los arquetipos, bueno, investigué un poco y he llegado a la conclusión que mi Persona, mi Sombra y mi Ego tienen la misma meta; tú. Porque te perdí una vez, por idiota y por pensar que eras adivina e interpretarías mi silencio. Bueno, no era mi intención decirte todo esto y crearte más dudas el día de tu cumpleaños pero hoy tengo valentía y... realmente quiero que seas feliz. Disfruta de tu cumple, en verdad lo que menos quiero es causarte malestar, quisiera llamarte pero me da miedo, (sí tengo un miedo) así que espero sepas entender mis rollos largos porque a veces ni yo me entiendo. Feliz cumpleaños, Mon ♡
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