Capitulo 4

1286 Words
NARRA ALESSANDRO. Una niña rubia con ojos claros, igual a mí se me acerca, y como no si ella es mi hermana. - ¿Puedo jugar contigo? - me dice mi hermana, Alessandra Kozlova, somos iguales en apariencia, ambos somos gemelos. -Si hermana, me sentía muy solo- digo sonriendo, mostrando con esa sonrisa el cariño que le tengo a mi hermana. Pasamos la tarde jugando, divirtiéndonos, disfrutando cada segundo de nuestra vida. A nuestro padre casi no lo veíamos, nuestra madre siempre estaba con nosotros, excepto ahora. De repente, todo a mi alrededor cambia, se vuelve sombrío, ya no era un niño, era un adolescente. Escuché un disparo y un grito femenino, mis manos tenían sangre, siento una punzada en mi pecho que hace que me caiga. -Alessandra... Alessandra... ¡ALESSANDRA!>> - ¡ALESSANDRA! - di un grito desesperado y miro con atención y desespero a mi alrededor. Esas horribles pesadillas me persiguen cada día de mi miserable vida. Me levanto sin ganas de nada, las únicas cosas que quiero hacer es quitarme la vida, el deseo de acabar con todo se presenta en mí, pero nadie es capaz de heredar mi puesto, todos son unos inútiles de mierda que no tienen lo necesario para mi puesto. Ha pasado un buen rato, estoy en mi oficina viendo algunos papeles como de costumbre hasta que veo un papel que llama mi atención. Se que deseas encontrar a tu amada hija y sé que ordenaste a todas las organizaciones que la buscaran por todas partes, no la encontraras a menos que quieras cooperar conmigo. Soy un viejo amigo tuyo que lo único que desea es demostrar su lealtad a su líder. Se que por tu hija aceptaras el trato, entonces te diré algunas cosas que es necesario que sepas. Azumi y Akira te traicionaron más de una vez. Tu hija se encuentra en Paraguay. Y algunos líderes de tu organización están conspirando para derrocarte. Si aceptas mi solicitud te diré muchas cosas más. Te esperare en el centro de modelaje "Victoria´s Secret" hoy a las 20:00pm. Guardo aquella nota en un cajón con llave. Si aquella persona dice la verdad no tendré más opción de aceptar su solicitud. Pero si me está mintiendo lo torturare de las peores formas. Lo único que necesito en estos momentos es que venga un idiota a joderme la puta existencia. No sé quién es la persona detrás de la nota, después de todo desterré a muchas personas de la organización. Unas de las cosas que son verdad es la traición de Azumi y Akira, si esa persona me dice la verdad podré desterrar a Azumi pero Akira será condenada a muerte. En cuanto a los líderes miembros de la organización los matare y su familia se convertirá en los sirvientes de la organización. Las hijas de los traidores se deben de convertir en mujeres del harem del líder si la traición del padre no es tan grave, pero si la traición es grave deberán ser vendidas o llevadas a trata de personas y trata de blancas; la traición que cometieron es grave y tengo que decidir en donde mandarlas. Necesito investigar Paraguay, si realmente mi hija está en ese lugar tendré que interrogar a Akira ¿Para qué mandarla en un país tercermundista, pobre y que prácticamente no es nada seguro cuando pudo mandarla en Estados Unidos, España, Canadá o Alemania? Esas son cosas que no comprendo. Pero es un país bastante alejado de la organización y que no puse atención por motivos de conflictos entre las mafias y los narcotraficantes, y también porque el estúpido de mi hermano vive allí, se cambió el nombre y el apellido, su nombre no me interesa y su apellido es "Castillo", decidí no involucrarme en esos territorios para no tener que ver a mi hermano, pero esta situación me obliga a hacer cosas que no quiero. El hecho de tener una hija no solo causo impacto en mí, sino que en todos los miembros de la organización. Eso significa que ella también podrá competir con sus hermanos para el liderazgo de la organización, aunque es muy poco probable, no se permiten mujeres en el cargo del líder supremo. Debo de encontrarla y si el desconocido de la carta me dice la verdad tendré que evitar que mi hija se convierta en la líder de esta organización. Escucho que tocan la puerta, sin ganas respondo. -Pase- digo mirando unos documentos sin prestarle atención a la persona que entro. Aquella persona golpea con fuerza mi escritorio y me arrebata los papeles. Al levantar la mirada puedo ver a una de mis concubinas. Ella es mi primera concubina, Diana Andreotti, la primera concubina que tuve, es hermosa, es castaña, ojos oscuros y piel tan blanca como la nieve y ni hablar de su voluptuoso cuerpo. Con ella tuve cinco hijos y es la que manda en todo mi harem; pero ya no por mucho tiempo. Cuando traiga a mi hija aquí tengo planeado otorgarle títulos y tareas dentro de la organización, y una de esas tareas es darle el liderazgo de mi harem y el de mis hijos. Miro a Diana con atención y un tanto furioso por lo que acaba de hacer. - ¿Quién te crees para pararte frente a mí y hacer una escenita? - digo entre dientes y veo lágrimas cayendo de sus hermosos ojos oscuros. Ella me mira con rabia y yo solo sonrío de manera perversa. Hasta llorando y enojada me pone caliente esta mujer. -Una hija ¿Es enserio? creí que el gran puto líder detestaría la idea de tener una hija mujer- me dice con rabia y odio en cada palabra- ¿Sabes lo que sufrí yo al tratar de darte una hija? Por lo que veo no sabes- y eso es otro tema. Ella cada vez que se embarazaba de una niña sufría abortos-. Ahora resulta que esa puta japonesa si tuvo una hija y que solo la aparto. -Tú no eres nadie para llamar a Azumi de esa forma, esa puta japonesa como la llamas si pudo tener una hija, ella pudo hacer realidad un pedido mío y muchas cosas más. Es una lástima que fuera una traidora- digo burlándome de ella. Veo como su expresión cambia, su cara refleja dolor y enojo a la vez. Una sonrisa maquiavélica surca mis labios al ver el resultado que cause. -Eres un insensible, ni siquiera sé porque te reclamo las cosas, me tratas tan mal y luego como si nada me mandas a llamar- veo desprecio en su mirada-ni sé te ocurra traer a esa perra aquí. Me levanto de mi asiento y me pongo frente de ella, Le doy una bofetada en su mejilla derecha, por la fuerza su rostro gira, agarro su cabello con fuerza y la estampo contra el piso. Me pongo a la altura que se encuentra y le vuelvo a agarrar con fuerza el cabello, ella me mira con terror y mi irá es notable. -No vuelvas a llamar a mi hija perra, ella es superior a ti- digo eso y me alejo, me vuelvo a sentar en donde estaba anteriormente y agarro unos documentos. Golpear a las mujeres no es lo mío, pero a veces esa mujer pasa sus límites. Escucho que se abre la puerta y se cierra con fuerza. Eso es lo que menos me importa, lo único que me importa es encontrar a mi amada hija. SOFIA TORALES. ########################################################################################################################################################################
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