Miedo 1
¿Sabías qué?
Cuando te despiertas alrededor de las once treinta, doce, una, dos o tres de la madrugada sin ningún motivo o razón alguna, es porque hay un ochenta y cinco por ciento de probabilidades de que alguien te estaba mirando.
Lo más probable es que sea un duende que se te siente en la cama, o un muerto que te observa.
Ni en tu habitación estás seguro.
¿Cuántos de ustedes les pasa esto?
No es un capítulo, solo es una información importante y necesaria que debían saber y yo les quería contar.
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Miedo 2
La Sayona:
Más de uno habrá escuchado de esta leyenda, o tal vez no. Muchos dicen que es venezolana, otros que es mexicana y algunos que es costarricense. Lo que les puedo decir es, que en esos países es relatada.
Cuenta la historia, que hace mucho tiempo vivía una mujer muy hermosa, llamada Melisa. Desde chiquita había sido muy celosa. Creció y se casó con un maravilloso hombre que era incapaz de herir a alguien, pronto tuvieron un hijo.
Pero en su pueblo, había un hombre de mala fe, mentiroso y mujeriego que se enloquecía por ella. Este la espiaba cada día mientras ella se bañaba desnuda en el río, hasta que un día lo descubrió.
—¿Qué haces aquí espiándome?, de ti me lo podía esperar —a lo que este le contestó.
—No, yo vine a advertirte, mujer, que tu hombre te está cambiando por otra. Tu marido te está traicionando con tu propia madre.
Eso era algo totalmente incierto.
Al oír esto, Melisa palideció de repente y salió corriendo a su casa. Al llegar encontró a su esposo y a su hijo, llena de celos, prendió fuego a su propia casa en la cual se encontraba su esposo y su bebe de tan solo nueve meses. Desde lejos se escuchaban los llantos del bebe y los gritos del esposo, pero cuando llegaron los vecinos ya era demasiado tarde.
Mientras los vecinos se lamentaban, Melisa ya había llegado a la casa de su mamá, a la cual le contó lo que había hecho y porque lo hizo. La madre horrorizada diciéndole que ella no la había traicionado mientras huía hacía el patio, pero no pudo escapar. Melisa la atacó con un machete, dándole tres cuchilladas en el vientre, está antes de morir dijo:
—Jamás te mentí, y tú cometiste el peor pecado, matar, maldita serás toda la vida, sin Dios ni santa María. Vagarás por todos los caminos tratando de aliviar todos tus pecados, pero nunca lo lograrás.
—Yo te maldigo, Sayona.
Desde entonces se cuentan en los pueblos, que a todos los hombres mujeriegos se les aparece una hermosa mujer, quien les pide que le enciendan un cigarrillo, pero no lo hagan, porque al hacerlo verán su espectral rostro, el rostro de la propia muerte, y si no se mueren del susto al ver esta horrenda cara, ella los acosara tomando diversas formas hasta producirles un infarto, caer por un barranco o cualquier otra horrenda muerte.
¿La habían escuchado antes?
Nota importante: debido a no tener con certeza de que país proviene la leyenda, la he dejado como otro especial. En la próxima actualización diré de donde proviene.