Capitulo 3

1548 Words
La despedida de soltera En cuanto llegamos, Tiffany les ofreció una funda de almohada vacía y dijo. - Bueno, chicas, todos los teléfonos y cámaras en la bolsa. Nada de mensajes ni ligar con sus amigas, que tenemos una fiesta muy importante esta noche. Tampoco fotos ni vídeos. Ya saben mi lema: '¿Qué pasa en Tiffany's...?'- -Se queda en Tiffany's. - terminamos todos por ella. -Así es. Nuestras travesuras no son asunto de nadie más. ¡Déjalas!- Empezó a coleccionar teléfonos y cámaras. -Brooke no tendrá constancia de su fiesta. - protestó Taylor, apartando su teléfono. -Créeme.-dijo Tiffany, - esta fiesta quedará grabada indeleblemente en su pequeño cerebro de lagarto. No necesitará un registro fotográfico. Tendrá recuerdos para toda la vida. Ríndete, Taylor.- Sacudió la bolsa. Taylor añadió su teléfono a la pila. - ¿Son todos?- preguntó Tiffany. -Creo que son todos. - dije. - pero me pregunto qué tienes planeado si no podemos llevar un registro de ello. - —Nada más que los juegos y actividades habituales de una despedida de soltera, Brooksie, pero podría ponerse un poco atrevido, así que no queda constancia. Desapareció con la funda de almohada, guardándola en algún lugar de su habitación. Al regresar, sacó unos shots de gelatina del refrigerador y nos los dio a Yvonne y a mí. -Tres cada uno, por favor. Tienen que alcanzarnos.- ¡Qué demonios! Estaba dispuesta. Todo era diversión. Tomé dos rojos y uno verde y los bebí rápidamente, sintiendo cómo se deslizaban por mi garganta con un frío quemazón. Yvonne hizo lo mismo. Ahora que ya terminamos los preliminares, ¿qué quieres beber? Tengo preparados unos martinis con vodka, o puedes optar por unos bourbons y algo más, o por vino, tinto o blanco. -Tomaré un Pinot si hay alguno disponible. - dije. -Un martini para mí. - añadió Yvonne. Tiffany le sirvió a Yvonne un trago de una jarra y me entregó un Pinot Grigio delicioso y fresco del que había estado alardeando al hablar. -Reúnanse todos en la sala. - dijo Tiffany. - Lo primero que haremos será conocer un poco más a la futura novia y mucho más al novio. Todos podrán hacerle una pregunta a la novia sobre ella misma y otra sobre Tanner. Donna, ¿por qué no empiezas?- Todos nos acomodamos en sillas y sofás en la sala de estar. -Veamos. - reflexionó Donna. - ¿qué preguntar? ¿Alguna vez lo has hecho con un n***o? ¿Y qué tan grande es el pene de Tanner?- -No, y no lo sé. Siguiente.- -Espera un momento, chica. Tengo que saber más. ¿Cómo es que no sabes lo grande que es la polla de Tanner?- -Nunca lo he visto, aunque lo toqué una vez en sus pantalones. - -¿Quieres decir que estás comprometida con ese hombre tan guapo y que aún no has tenido relaciones sexuales con él?- preguntó Donna, asombrada. -No. Me he estado guardando para el matrimonio. Él no lo entenderá hasta que se dé el sí. - respondí, moviendo la mano de arriba abajo por mi cuerpo. ¿Quieres decir que no has tenido sexo con nadie? ¿Qué te pasa, chica? ¿Estás desperdiciando tu vida? ¿Todavía no has tenido sexo? Vivo para el sexo, es mi razón de ser. Sydney bromeó. - Bueno, eso explica por qué está tan malhumorado después de verte. - -Sabía que te estabas guardando para el hombre con el que querías casarte. - dijo Tiffany.-pero ¿no empezaste a saltar sobre él cuando aceptó ser tu bola y cadena?- -No. Quería ser virgen en nuestra noche de bodas.- -Por favor, dime si al menos te lame el coño?- preguntó Erin. -Él quería. Yo no lo he dejado todavía.- -Bueno, ahí se acaban la mayoría de las preguntas que tenía sobre Tanner. - dijo Taylor. - Brooke no sabrá la respuesta a ninguna.- Todos rieron. - Tienes razón, hermana. - dijo Cheyenne. -Te puedo decir que besa muy bien. Me mojo solo de besarlo. - dije. -¿Has hecho algo con Tanner aparte de besarte?- preguntó María. Me ha acariciado los pechos y me ha besado los pezones. Le he dejado tocar a mi gatito, pero lo detuve cuando intentó meterle el dedo. Todos se miraron entre sí y me miraron a mí como si fuera un extraterrestre con tentáculos. Donna preguntó. - ¿Eres la virgen viva más antigua de Atlanta?- Todos rieron de nuevo, incluso yo, aunque me sentí raro riéndome de mi propia falta de experiencia. -¿Cómo sabrás si tú y Tanner serán compatibles sexualmente, Brooke?- preguntó Suki. Tiró de Erin para besarla. Antes, la gente se casaba sin tener relaciones sexuales. Solo en los últimos trescientos años las mujeres pudieron elegir con quién casarse. Los matrimonios eran arreglados por la familia. De alguna manera, lo superaban. Si analizamos las razones por las que la gente se divorcia, la incompatibilidad s****l ni siquiera está entre las diez principales. La infidelidad, los problemas económicos, las discusiones, los suegros, la falta de comunicación, los objetivos diferentes, el abuso de drogas o alcohol y el maltrato físico o mental están entre las primeras; no así la incompatibilidad s****l. —Aún —dijo Cheyenne—, ¿no sabes cómo es Tanner en la cama? ¿Sabes algo, Sydney? —¡Yo! —protestó Sydney—. ¿Por qué crees que sabría algo de Tanner? -No digo que hayas cometido incesto, hermanita, pero quizá alguno de sus colegas te lo haya contado o alguna de sus exnovias te haya dicho algo. - dijo Cheyenne. - Lo que sea. ¿Tiene el pene normal o tiene un pequeño pene pequeño?- -Mira. - dijo Sydney. - Sé que Tanner era un mujeriego en el pasado y casi todo lo que he oído sobre su destreza s****l es bueno. Una vez lo sorprendí ahorcando al pollo y no le vi bien el pene, pero me pareció que estaba bien. - -Espera un momento.-dijo Donna. - Brooke, dijiste que lo tocaste una vez debajo de los pantalones. ¿Tiene todo lo necesario para hacer feliz a una chica?- Todos me miraron. Pensé un momento. - Bueno, metí la mano entre sus vaqueros y mis dedos tocaron sus testículos, y su pene me llegaba más o menos aquí en el brazo. - Señalé un punto más allá de mi muñeca, quizá a unos dieciocho o veinte centímetros. -Oh, chica, estás bien. La polla de ese hombre te va a venir de maravilla. - dijo Donna. -Espera. - dijo Cheyenne. - No era un pene de lápiz, ¿verdad? Dime, por favor, que era un poco grueso. - También tuve que pensar en eso. No lo había tocado mucho tiempo. - Lo sostuve un momento y mis dedos y el pulgar no alcanzaban a cubrirlo todo. Quizás así de separados. - Levanté la mano e hice un círculo con el pulgar y el índice. Las puntas estaban a unos dos centímetros y medio, quizá un poco más. - No veo la diferencia. Nunca he estado con nadie más, así que no tengo punto de comparación. Será el pene más grande que he tenido. Debería ser suficiente solo con eso. - Donna dijo. - Cariño, si alguna vez quieres devolver a ese hombre al estanque, estaré encantada de agregar algo de carne blanca a mi dieta. - Todos nos reímos de nuevo. - ¿Alguien quiere más copas?- preguntó Tiffany. Seis de nosotros levantamos la mano, incluyéndome a mí. - Tres martinis más, dos vinos blancos, uno tinto. - Tiffany se sirvió otro martini también, apurando el último del primero para volver a llenar su copa. Volvió y se acurrucó en el sofá a mi lado. Los tres chupitos de gelatina y la primera copa de vino se me habían subido un poco a la cabeza. No era una gran bebedora y no estaba acostumbrada a beber mucho alcohol. No estaba mareada, pero sí mareada. —Donna, ya tuviste bastantes preguntas. Taylor, eres la siguiente. ¿Qué quieres saber? —preguntó Tiffany. Quería saber todo lo jugoso de sus vidas sexuales. Ahora no sé qué preguntar. ¿Por qué no me ignoras por ahora y vuelves cuando vea qué preguntan los demás? -Dando una vuelta por la habitación, Erin, eres la siguiente.- —Ya que no has estado con un hombre, ¿alguna vez has estado con una mujer? ¿Y sabes si Tanner ha estado alguna vez con otro hombre? —No, y no lo sé. Nunca he estado con una mujer. Supongo que nunca quise. No tengo mucha curiosidad. Tanner nunca ha dicho nada sobre estar con un hombre y yo nunca le he preguntado. Suki, te toca a ti. ¿Alguna vez has besado a una mujer? ¿Es amable Tanner? —Solo vosotras, chicas. Nada serio. Dudo que estuviera con Tanner si no fuera amable. Me trata muy bien. ¿María? ¿Alguna vez has pensado en estar con otra mujer? Antes de responder, ¿por qué quieres saberlo? Nunca te he visto con un hombre ni con una mujer. ¿Eres asexual? María sonrió, observándonos a todos. - Estoy interesada en mí misma. Me gustan tanto los hombres como las mujeres.- -¿Por qué no sabemos quién te gusta?- pregunté.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD