Cuando nos acostamos, dormí en medio, con Yvonne y Tiffany a cada lado. Tiffany volvió a susurrar cuánto lo sentía. Yvonne también. Oye, ya está. Se acabó. No hubo sangre y todos sobrevivieron. Olvídalo, de verdad. Los abracé a cada uno y me dormí. ¡Cómo desearía que mis palabras fueran realmente ciertas, que todo hubiera terminado! ///////// Cuando me desperté a la mañana siguiente, tenía un campo de algodón en la boca. Aunque no tenía un martillo neumático en la cabeza, tampoco me sentía bien. Mis dos compañeros de cama ya estaban levantados. Me estiré y me levanté, yendo a la cocina donde Tiffany estaba preparando huevos revueltos. Una loncha de tocino ya estaba frita y escurriendo sobre una toalla de papel. Taylor e Yvonne ayudaban untando mantequilla en las tostadas y sirviendo ju

