Capitulo 3

1000 Words
“La felicidad es hacer una pequeña obra de arte con la vida, esforzándonos cada día por sacar nuestra mejor versión.” —Marián Rojas Estapé— -------------************----------------- Debido que se avecinaba la fecha para el viaje empezaba a notar diferente a Susán, sobre todo en las palabras que refería. —Stacy, pase lo que pase quiero que siempre me recuerdes, ya sea con las composiciones que deje para ti o a través del cuidado de mis rosas, las cuales si algún incidente ocurre quiero que las conserves. —Susán no digas eso, todo saldrá bien. —No tenemos la certeza de eso, por esa razón deseo que las conserves y las cuides como siempre he hecho. —De acuerdo… así lo haré. —Aparte de esa petición quiero que tengas presente algo muy importante—debido a que me incitaba para que prestara atención fijaba la vista en sus ojos, esos color cielo que aunque no podían visualizarme eran hermosos como quien los porta—. Quiero que seas feliz. A veces cuando vives en obscuridad como yo lo hago por mi condición es un poco complicado ser dichoso, pero se puede llegar a ser como los que tienen la fortuna de ver la hermosa luz del mundo como tú lo haces, por ese motivo anhelo que puedas apreciar lo que tienes a tu favor, aunque lo dudes me considero afortunada, ya que mis manos pueden hacer música y de la misma forma he podido cuidar de mis rosas—lo motivadora de sus palabras a su vez se conjugaban con un sollozo repentino, de esa forma ambas compartíamos otro abrazo, ya que de una manera extraña sentía como si en poco tiempo este tipo de momentos no fuesen a ocurrir de nuevo. Me sentía tan triste que cada vez que pensaba en lo que iba a pasar me preocupaba, solo quería que todo saliera bien, no obstante, mi angustia interna no cesaba. Llegada la fecha de la operación nos encontrábamos en Rusia como se había propuesto. A pocos minutos de la intervención me acerque hasta donde estaba para verla antes de que todo iniciara. —Te estaré esperando, Susán. Estoy segura que todo va a salir bien —aunque esas palabras salían de mí, algunas lágrimas empezaban a bordear mi rostro. —Stacy, no llores, solo sonríe y recuerda cada cosa que vivimos, siempre fuiste una excelente amiga y una maravillosa persona, recuérdalo siempre. Luego de escuchar esas palabras de su parte, mismas que daban alusión de ser una despedida fue conducida a la sala de operaciones. Aunque pude notar una lágrima deslizándose por su rostro la sonrisa que irradiaba me sorprendía. Aunque guardaba incertidumbre no lo demostraba. Mientras aguardábamos me refugie en mi madre, tenía miedo, temía que las cosas salieran mal. —Mamá, no quiero ser paranoica, pero su forma de hablarme fue como si se estuviera despidiendo. —Cariño, debes calmarte, todo saldrá bien—dicho esto no nos quedó de otra que esperar hasta que el procedimiento terminara. Estando allí observaba que los padres de Susán estaban muy nerviosos al igual que yo, por ello me quedaba contemplando el reloj de pared que había allí, viendo como pasaban las horas desde que la adentraron a la sala de operaciones. Pasado un rato me percataba que nadie salía a informarnos, ante ello me impacientaba, no lograba entender como no había algún tipo de información al respecto. Horas después, el doctor a cargo se hizo presente en la sala de espera. Ante ello indicaba que necesitaba hablar con los padres de Susán, en vista de eso quise ir también, sin embargo, mis padres me lo impidieron, reafirmaban que debía esperar. Agobiada y preocupada pude percatarme que a los pocos minutos de hablar con el medico la madre de Susán salía a toda prisa sollozando, estaba tan desconcertada por su reacción que no acate la orden de mis padres y me aproxime al padre de Susán. —¿Que está sucediendo? ¿Qué ocurrió con Susán? —como si fuese una lamentable noticia lo que diría tras un largo suspiro varias lagrimas brotaban de sus ojos. —¡Ohh, esto es difícil de decir Stacy! pero debes saber que ella no nos acompañara más, no resistió a la operación y murió antes de que terminaran. Tras haber escuchado que el dijera que ella no sobrevivió sentí como si mi corazón se hubiese congelado de la tristeza, me sentía desecha al ver que no pude hacer nada. Mis emociones estaban fuera de control a tal punto que no pude contener el llanto que me embargaba. El saber que no volvería a ver a mi mejor amiga me afectaba, de tal manera que de pronto sentí que me desvanecía, desmayándome en la sala de espera donde aguardábamos por el regreso de Susán. Los padres de Stacy al ver lo que le había pasado a los pocos minutos se retiraron del recinto. En vista de lo descompuesta que se encontraba se le fue imposible acudir al sepelio de Susán, por esta razón sus padres tomaron la decisión de regresar a Estados Unidos. De regreso en casa recordaba todos los momentos que habíamos compartido juntas, instantes que llegaban a mi mente sobre todo al visitar el sembradío que poseía, ese tan bien cuidado que era digno de admirar. Como si fuese poco el tener su recuerdo presente en todo momento, sin llegar a imaginármelo en una de las composiciones que había dejado para mí se encontraba un mensaje de su parte. "Stacy, vive con alegría cada día sin importar lo que pase, sé que conocerás muchas personas que te acompañaran porque eres alguien maravillosa, gracias por brindarme tu amistad. Mi mayor deseo como siempre lo enfatice es que seas feliz, se tu mejor versión.” Sus conmovedoras palabras me regocijaban, pero al mismo tiempo me entristecían, aunque enfatizaba que debía ser feliz era complicado, sobre todo al no tenerla conmigo, sin embargo, sería un propósito en el que trabajaría cada día...
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