Días después El marido de Amia es un desgraciado, la quiere manipular con quitarle el bebé, se niega a darle el divorcio y la llama constantemente acosándola. Por alguna razón me hierve la sangre deseo tenerlo enfrente y partirle la cara por poco hombre, es un cretino, que no se merece contemplación y no se la daré conocerá al implacable Uriel O’ Neill, como abogado suelo ser inclemente con los de su clase. Me lo tomé personal ¿Por qué? No lo sé, o tal vez sí lo sé, pero aún no quiero afrontarlo, mi instinto sobre protector despierta cuando la tengo a mi lado y no permitiré que la dañen Amaia es una buena mujer, que tan solo ha sido golpeada por la vida, pero eso, cambio ahora me tiene a mí, cuidaré de su hijo y de ella. Con tan solo pensarlo me irrito. Él fue el estúpido que la dejo ir,

