Steph no sabía cuán lejos había corrido ni por cuánto tiempo, pero decidió detenerse en el momento en que ya no escuchó ningún ruido. Había dejado atrás a los chicos y a aquella bestia. Tenía miedo de cómo terminaría todo, pero no podía ayudarlos. Lo único que podía hacer era llegar a ese lugar que Minying le había dicho. No sabía cuánto le faltaba para llegar ahí, pero decidió caminar al menos por el momento. Se sentía terriblemente cansada. Su corazón y respiración continuaban agitados por el esfuerzo. Respiró profundo un par de veces para intentar recuperar el aliento. Al encontrarse más tranquila, continuó su camino por el bosque. Comenzó a mirar a su alrededor y todo lucía diferente. No sabía en qué momento había ocurrido, pero los enormes árboles verdes que había visto en un principi

