En esta mansión, todos son personas sumamente importantes en el mundo de la política y todos creen que tienen derecho de humillarte o despreciarte con la mirada. Cuando Victoria estaba junto a Damian y a mí, podrías sentir que algo no estaba bien. Me refiero a que ellos solo aparentan una leve amabilidad ante esa pequeña niña.
Nadie se nos acerca porque nunca dieron la orden de que pudieran hacerlo. Lamentablemente, la noche fue algo incómoda para Damian, ya que no podía hacer ningún movimiento en falso. Aunque intenté hacerle las cosas más sencillas, distrayéndolo, después de un rato pudo dejar de estar un poco menos tenso.
Pero muy poco.
—Tomen todos asiento —habla una mujer, espero que no tengamos que comer—. Ustedes deben esperar a que nosotros comamos para que puedan cenar —nos in
