El clima frío no sentaba bien a los sentimientos de Eduard. Había pasado toda la noche anterior sin poder dibujar nada que pudiese presentar en su próximo proyecto y la necesidad de confesar sus verdaderos sentimientos a Jade era cada vez mayor al estar a su lado. Ambo se llevan de la mejor manera posible, por lo que suelen salir a menudo sobre todo cuando Jade debe comprar algo. Aunque para él ya no es como una simple salida de amigos tampoco es una salida de pareja, difícilmente puede con una situación donde su mente y su corazón caminan en direcciones diferentes, pero no había manera de rechazar la invitación que Jade le había hecho.
Ella necesitaba su compañía, y negarse a ello sería como negarse a amarla y no iba a permitir que por dar pasos en falso perdiera su amistad.
—Estás muy
