Rodeado de burócratas, Rayan seguía mirando las burbujas en su copa de champán. Sentía que le ardía la cabeza, ni siquiera sabía la razón del porqué seguía parado entre esta gente. Hace bastante tiempo que había dejado de prestar atención a la conversación. Cada que los distinguidos hombres le pedían su opinión, Rayan solo respondía con un “sí o no” Rayan siempre había tenía la facilidad para mezclarse entre estas personas, últimamente, se sentía más pesado que de costumbre. Suponía que era debido a estar siempre en constante frustración. Sobo su frente y bebió de su champán. Fue entonces que una figura se posó a su lado, los burócratas a su alrededor, dieron una reverencia respetuosa. El aroma a perfume revoloteo a su alrededor. Rayan con desgana miro al techo, luego suspiro y baj

