Capitulo VI

1436 Words
Él no podía gustar de mi. De eso estoy totalmente segura. Es decir el solo esta encaprichado conmigo, por lo que no sedo a sus encantos y porque no soy «Fácil» con el, no me entrego del todo como la mayoría ya lo han hecho. —Di algo—Ordeno. —L..L-lo Siento—dije apenas audible—Pero no sabes lo que estás diciendo. —Rio irónicamente—Obvio que sé lo que digo—dijo irónico—¿Acaso no me crees? —¿Como podrías gustar de mí? —Ni yo lo sé—dijo frustrado y se revolvió el cabello. —Entonces no puedo gustarte. —Si lo haces—dijo rendido—Me gustas de una manera extraordinaria. —¿Como explicas eso?—le pregunté con duda. —En ti no funciona mi Don.—dijo serio—Eso es algo que me encanta. —¿Cual don?—respondí—¿De que hablas? —Cada vampiro tiene un Don especial. El mio es la mente control.—explico—Y por más sádico que suene contigo no funciona de ninguna manera. —¡Querías usarlo conmigo!—le grité––¿Que querías exactamente intentar? —Lo que cualquier hombre querría—dijo pícaramente—Si te ve duchándote. —¡ERES UN ASQUEROSO!—le grité y el río—¿Por que tu poder no funciona conmigo?. —Aun no lo sé—respondió—Pero tampoco funcionó el de Rosy. —Para eso fue que vino la rubia esa a verme—dije entendiendo todo. El quería experimentar conmigo, como una maldita rata de laboratorio. —¿Acaso me crees una puta rata de laboratorio?—dije enojada—¡Sabes lo que pudo haber pasado si funcionaban sus estúpidos poderes conmigo!—Reproche. —No te habría pasado Nada—negó—Sabia que no funcionaría. —¡Estas Loco!—le reproche. —Estoy Loco—dijo—Por ti. Quedé congelada ante sus palabras. Era algo muy ilógico pero tenía razón. Él sabía que no funcionarían porque soy inmune a su poder mental. Por otra parte estas confesiones están cada vez peor, tengo miedo de admitir algo de lo que aún no estoy segura. —¡Solo estas Encaprichado!!— exclamé. —¿Por que no me crees?—dijo dolido. —Porque es imposible que yo te guste. —No lo es—dijo suave—Es muy posible. —¡No no y no!—negué—Solo es un capricho. Yo no soy a lo que acostumbras por eso tu interés en mí. —¡No! Estas interpretando muy mal las cosas Ángela.—dijo serio. —¡Es así!—reafirmé—Yo no caigo en tus palabras bonitas, No soy fácil y obviamente te rechazo. Y eso mi querido White es algo que no te pasa a menudo. ¿Me equivoco? El abrió mucho sus ojos, quedó en shock ante mis palabras. Fui dura lo se pero necesitaba desahogarme y decirle todo en su cara. —Angela....—susurro—No es lo que crees, estas muy equivocada. —L..lo siento—dije—Pero estoy segura de lo que he dicho. —Quizá eso parezca—acepto—Pero no eres un maldito capricho. —¿Estas seguro White? —Mucho. —Entonces quizá sólo quizá me haya equivocado—dije firme—Y créeme nunca lo hago. —Terca—reprocho —Como no tienes idea. El se acercó y rompió toda distancia que había creado entre los dos, me tomo del cuello con delicadeza y me besó. Pero esta vez fue diferente, le sentí sincero y deseado. Por primera vez no se lo respondí por inercia y obligación, si no por voluntad propia. El acarició mi cabello con suavidad, era un beso distinto a los demás, no se trataba de deseo si no era un beso tierno, como el que todas recordamos como «Primer Beso».. ¿Acaso está bien besar a quien sólo trajo desdicha. Dolor y frustración a tu vida? En realidad no lo se. Nos separamos por la falta de aire. Todos nos miraban. Estábamos sentados en nuestra mesa y se acercó. Un castaño. Piel clara. Ojos verdes con la iris amarilla. Cuerpo fornido y una sonrisa demasiado encantadora.. —White—saludo cuando estuvo lo suficientemente cerca. —Volkóv—respondió. —¿No me vas a presentar a la preciosura de tu compañera?—dijo pícaramente. —ES MÍA—dijo fuertemente y gruñó. —Calma—dijo asustado—solo quería conocerla. —Pues ya vez que no es posible—si me disculpas—dijo y me tomo del brazo, yo le seguí y salimos del salón. Fuimos al auto y el me abrió la puerta. Luego se subió. —¿Que ha pasado allí?—dije regulando mi respiración. —Tendrías que saber muchas cosas para entender—respondió neutro. —Quiero saberlas—reproche. —Al llegar a la casa—dijo y zanjó el tema. Arranco el auto en silencio. Se puso su cinturón y yo solo miraba por la ventana, no tenía nada que decir. Solo esperar llegar a la mansión. Pasados 30 minutos llegamos, guardo el auto y nos bajamos. Entramos a la mansión y subimos a la habitación. Entre al baño y tome una pijama. Me la coloque y salí. Él estaba en la cama ya acostado. Sin camisa. —¿Estas segura?—me pregunto haciendo referencia a sí quería saberlo todo. —Si—me límite a responder. —Bien...ponte cómoda—dijo y se sentó en la cama. Me senté al otro borde y el me halo hacia si. Me quedé estática y espere a que comenzará a hablar. —Empezare diciéndote que creo saber porque eres inmune a mi poder—Dijo y yo asentí en señal que prosiguiera—Así como los hombres lobos tienen a sus mates. Que son por así decirlo sus almas gemelas. Que están destinados a amarse. Los vampiros también. Sólo que no los llamamos mate si no Soulmate.—explico y fui entendiendo. —Sigue—le ordené. —Eso explicaría mi atracción por ti y que seas inmune a mi poder.—explico—Tu Ángela eres mi Soulmate.—termino.   —Se te escapa un detalle—dije neutra—Yo no te amo. Su rostro se desvaneció, su sonrisa se apagó y podría jurar que su mirada reflejaba tristeza. —Es imposible—dijo severo—Si eres mi Soulmate debes sentir lo mismo que yo—dijo firme. —Pues ya ves que no. —Angela no me mientas por favor—dijo en tono de suplica. —No lo hago. Te digo la verdad—termine y le mire con pena. ¿Yo lo amo? La respuesta es No. ¿Lo quiero? La respuesta es No. ¿Me gusta? La respuesta es N..si..ehm No no. —Entonces me amarás a la fuerza—sentencio. —¿Me obligarás a amarte?—inquirí con los ojos aguados. —Quieras o no será tu deber.—dijo severo Solloce y me di la vuelta. No quería ni verle. Pero mis planes fueron en vano, el se acercó a mí y me atrajo hacia sí, pasó su brazo por encima de mi y me apretó con fuerza. Luego beso mi cabeza y se durmió. No obstante yo repetí su acción. * * * Me desperté con los pequeñitos rayos del sol. Que entraban por la ventana, me sobresalte al notar que estaba Noah. Era muy extraño que no estuviera presente. Me levanté y me asee, al salir me vestí con un lindo pantalón ajustado color n***o, un top blanco de tirantes y un suéter gris de lana, pinte un poco mis labios y ya está. Percibí una nota en la mesita de noche y la leí. Te espero para almorzar hoy en el jardín. He preparado algo. Más te vale ir. Es una orden. Noah. Luego de leerla. Me entró una ira nada normal, hice la nota una bolita y la lance lejos. ¿Quien se creía el para darme órdenes? ¿Mi dueño? Esta bien sé que lo es. ¿Pero vamos en serio?. Si de algo estaba segura era de que nada bueno deparaba para esta tarde. Vi la hora en el reloj las 8 am. Baje a desayunar y me dispondría a ayudar un poco a mag. Baje las largas escaleras y vi a una atareada mag. La sonreí. —Buenos Días Magdalena—dije animosa. —Buenos días señorita—saludo alegremente—Es un gusto.volverla a ver. —Lo mismo digo—respondí—¿Mag hay algo de comer? —Oh, lo siento tanto mi querida niña—dijo con pena—Pero tenemos prohibido darle comida —¿A que se debe eso?—inquirí con cierta molestia en mi voz. —El señor lo ordenó—dijo tristemente—De esa manera asegura que irá a almorzar con él. —Ese cretino—explote—¿Donde está? —Su despacho. Le sonreí y me dirigí directo a su despacho. Sabía muy bien donde estaba y allí fui. Gire la perilla y Entre sin tocar. —¿¡QUE TE HAS CREÍDO.....!?—No alcance a terminar puesto que las palabras dejaron de salir de mi boca al contemplar tal escena. —No es lo que piensas..—dijo con pánico—Que más da, no tengo porqué darte explicaciones. La rubia estaba sentada encima de él, en su regazo. Lo besaba apasionadamente hasta que se percataron de mi presencia y pusieron pausa a su escena. Reconocí inmediatamente a la rubia. Era Rosy La del otro día. Sentía una mezcla muy grande de emociones y sentimientos. Pero no pronunciaba ninguna palabra, estaba estática. Siendo una espectadora de su erótica escena. —Yo...Yo no...—alcance a balbucear. —Tu nada—dijo frío—Si nos disculpas-dijo e hizo un mohín para que me marchara. Pero él olvidó algo. Yo no sigo sus ordenes. —¡VETE A LA MIERDA MALDITO CHUPASANGRE!—grite—¡PRIMERO ME DICES QUE TE GUSTO, QUE SOY TU MALDITO SO..SOUL..SOULMATE COMO SEA! NO ME INTERESA. »TE RECHAZO Y TE VIENES CON ESTA RUBIA OXIGENADA? TÚ IDEA DE AMOR DA ASCO—termine y salí dando un portazo. ¿Quien se creía el? No me arrepiento de haberlo rechazado. Se lo merecía.es un jodido idiota. ¿Como puede decirme un día que le gustó y al otro besarse y toquetearse con otra tipa? Eso no es gustar. Como lo dije es un maldito capricho. Pero las cosas cambiarán. Lo se. Entre a la cocina dispuesta a cocinar algo para mí, moría de hambre y no esperaría a almorzar con es imbécil ni en sus sueños. Prepare unos deliciosos sándwich que saciaron mi hambre y calmaron mi rabia. ¿Lo que no entiendo es por que mi actitud? ¿si el no me importa. Por qué me importó que estuviera con otra chica? ¿Por que me molestó verlo con Rosy?
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