MAXIMILIAN —Vamos Caius...—Mi madre sujeto mi puño mientras con ayuda de sus manos movía la mía sobre la hoja de papiro, sonreí al mirar como la palabra Familias comenzaba a tomar forma, sonrió, sus blancos dientes cual nubes del cielo hicieron su trabajo dándome tranquilidad, madre estaba feliz y complacida—Mi pequeño Caius es el niño más inteligente de toda Roma. Sus labios depositaron un beso en mi mata de cabello claro, un cabello muy similar al suyo. —Le diré a Casia que prepare algo de tomar—Sus manos acariciaron mi hombro antes de ponerse de pie del diván, su cuerpo era cubierto por una blanquecina toga y su palla color roja se mecía con el leve viento que ingresaba a través del enorme balcón de la habitación—¡Casia! Ordena que preparen el baño de Maximilian. ¡Casia! Un leve gol