—Oye, vaquero, ¿me tendrás sin trabajar estos días? —
—Quiero que te presentes hasta el lunes, debes descansar unos días y con descansar me refiero a que me gustaría pasar tiempo con mi linda novia, si me lo permites—
Me explica mientras se acerca a mí, estamos en el living recostados en el sofá mientras vemos una película, como un par de flojos, un tanto locos, pero teniendo esos momentos felices que se guardan en la memoria por siempre
—Esta noche ¿quieres que duerma de nuevo aquí? —
—Eso en verdad me encantaría, pero depende al cien por ciento de ti, quisiera que te mudaras conmigo, ya sabes, comenzar a vivir juntos—
—No quiero acelerarme, ¿no te aburrirás de mí? —
—Claro que no, en verdad eres fascinante, el solo hecho de que respires para mi es interesante—
—No, cariño, aquí el interesante de verdad eres tú, ¡Carajo! Mi novio tiene más de cinco mil años de existencia, tienes mucho que contar—
—¡mierda!, Nath me acabas de hacer sentir anciano, soy tu maldito sugar daddy—
Dice mientras suelta la carcajada, lo sigo y me acomodo sobre el
—Un sugar daddy muy interesante y atractivo—
—Me estás tentando, ovejita, a este paso creo que tú serás mi manzana en el edén—
—Y tú el árbol del conocimiento —
—¿De verdad no te incomoda que sea Lucifer? —
—No, en verdad eres interesante, muy lindo, tierno, comprensivo, no me imagino como puedes llegar a ser malo si conmigo eres todo lo contrario—
—¿Sabes quiénes son aterradores? —
—Dime—
—Los ángeles, no te reflejan nada, no hay sentimientos, no desarrollaron ni una pizca de curiosidad, ni humanidad, ni nada por el estilo, creo que después de que me expulsaron del paraíso, mi padre decidió no cometer errores como lo fui yo para él y los volvió vacíos y carentes de sentimientos—
—Eso suena algo extraño, se supone que dios es amor ¿o no? —
—No todo es como lo pintan, nena, hay muchas cosas que debes saber, por ejemplo, muchos me adjudican a mí que Judas traicionara a Jesús, pero lo que no saben es que entre ellos se confabularon para que Judas lo entregara y así cumplir su plan, la profecía de morir en la cruz para santificar el infierno, encerrarme ahí y evangelizar al mundo, todo fue cuidadosamente planeado, la estrategia perfecta—
—¡Vaya! Entonces ¿Judas no era el malo? —
—No, solo fue un peón en su juego de ajedrez, luego de ensuciar su nombre le otorgaron el cielo y el perdón divino, el muy cabrón llegó a la gloria junto a Jesús—
—Definitivamente necesito una dotación de café para escuchar todas tus historias—
—¿Tanta curiosidad tienes? —
—Muchísima, ¿Quién carajos desató las plagas de Egipto? —
—A mí no me mires, ese no fui yo, fue mi padre, si te das cuenta el dios del antiguo testamento parece toda maldad comparado con el del nuevo testamento—
—En eso tienes razón, pero definitivamente prefiero tu lado de la historia—
Su mano va a mi mejilla para acariciarme, en definitiva adoro cuando hace eso, cierro los ojos disfrutando el toque, pero escucho como suena un móvil y los abro de golpe, no es el mío sino el de él, extiende su mano hacia la pequeña mesita al lado del sofá y lo toma, mira la pantalla arqueando una ceja y responde
—Wargner—
Su tono es serio, pero su mirada dulce contrasta, no deja de acariciar mi mejilla
—Entonces iré para allá, necesito ver que esos números cuadren y como no quiero que me veas la cara de imbécil te advierto que llevaré a mi auditora experta conmigo—
Suelta dándome un guiño, yo le sonrío, creo que después de todo si trabajaremos hoy
—No es una amenaza, te estoy informando lo que haré, el bar tiene fugas de dinero y ya las tengo en la mira, tú eres el responsable y me estás robando, cabrón, así que prepárate para recibir una patada en el culo si encuentro un faltante hoy—
Jamás lo había escuchado dirigirse así a alguien, es mi sexy chico malo, me acerco y le doy un beso en la mejilla, mientras el sigue en su llamada decido hacer travesuras y me aventuro hasta su cuello, dando suaves besos que se convierten el leves mordidas, su mano baja por mi cintura hasta mi culo dándome un azote y luego un apretón, escucho un jadeo y sonrío contra su cuello para después seguir
—Nada, solo me estaba ahogando con mi trago, imbécil, te veo en la oficina del bar a las ocho, no quiero tener que esperarte, así que vale más que seas puntual, mi tiempo es valioso—
Unos segundos más y yo continuo mi tarea, siento sus manos apretándome el culo y sus jadeos me llaman a más
—Traviesa pervertida, no tienes idea de lo mucho que me estás provocando—
—Hazme el amor—
—¿Ya? ¿en serio? —
—Si, señor Wargner, quiero que me hagas tuya—
Sus ojos centellean esmeralda y se muerde el labio
—Si empiezo ahora no me voy a poder detener y tengo que ir al bar, es importante, pero tampoco quiero decepcionarte así que, ¿te parece si te quedas esta noche? Prometo que me portaré bien y te va a gustar—
Juguetea con sus cejas y en verdad eso me da esperanzas, quiero pertenecerle, quiero saber que se siente, esto está marcando un cierre y nuevo comienzo, me está cambiando la vida por completo y lo deseo en todos los sentidos, creo que no puedo negarme en que amo a este hombre, aunque aún no me atreva a decírselo, pero sé que pronto se lo haré saber
—Entonces creo que ahora si necesitaré que traigas algo de ropa para mí, no puedo ir por ahí en tus camisas y sin interiores—
Su mirada se vuelve profunda de nuevo y me da una sonrisa lasciva, provocando que me muerda el labio
—Quiero ser el único que tenga el privilegio de mirarte así, Nath, no quiero que ningún cabrón mire tu cuerpo desnudo—
—No sabes lo mucho que me estás provocando, vaquero—
—¿De verdad? —
—Si y si sigues así lo único que lograrás es que no vayamos al bar y no creo que sea algo bueno—
Me da una amplia sonrisa y se acerca para besar mi mejilla
—Muy bien jugado, ovejita, te traeré algo de ropa, pero esta noche planeo quitártela con tu permiso, así que tendremos una noche muy entretenida—
—Andrew—
—¿Qué? —
—Ya tráeme mi ropa, me estás excitando de nuevo—
—Podemos arreglar ese asunto, creo que esta mañana alguien disfrutó que la tocara—
—¡Andrew! —
—Solo digo la verdad, de solo recordarlo me pongo duro, Nath, me encantas—
Ruedo los ojos negando con la cabeza a la vez que sonrío, esto es lo que tanto estuve esperando, una vida la cual puedo disfrutar plenamente.
************* *************
—Vaquero, ¿en serio? ¿un bar de chicas malas? —
—Mis negocios son muy variados, ovejita—
Ruedo los ojos, estamos en un bar llamado Lust, grandes letras plateadas con luces neón de fondo hacen resaltar el nombre y en letras del mismo estilo, pero más pequeñas la leyenda Bar & Table Dance, esto puede ser un tanto incómodo para mí, solo espero no ponerme más celosa que de costumbre; Andrew toma mi mano y le hace una seña al cadenero, este al instante lo reconoce asintiendo y permitiéndonos el pase
—No te separes de mí, Nath, prometo que no duraremos mucho, solo necesito que este cabrón de John se lleve un susto—
—¿Quién es John? —
—Es el administrador del bar, pero si quieres más detalles por el momento te lo resumiré en que me vendió su alma y ahora es mi esclavo—
—¡Vaya! Definitivamente tengo mucho por aprender—
—Ya sabes lo más esencial, por cierto te ves hermosa—
Suelta mientras sus ojos centellean esmeralda, jamás hubiera esperado que me escogiera un vestido, la parte de la falda en corte tubo arriba de la rodilla, unas pantimedias y no entiendo de donde carajos saco los ligueros, bueno, es un demonio, él consigue lo que quiere, puedo decir que me hace sentir sexy, mis tacones son cómodos y este abrigo es bastante reconfortante, me cubre bien del frío del exterior; aunque nada se compara con él, enfundado en vaqueros, camisa que por cierto no está del todo abotonada mostrando un poco de su pecho, americana azul obscuro y zapatos bien lustrados, en definitiva, todo un modelito
—Tú no te quedas atrás, cariño—
Me da un guiño y tomados de la mano atravesamos el lugar, hay una gran cantidad de personas, luces estrambóticas que marean un poco y en las dichosas pasarelas algunas chicas bailando para entretener, mi mandíbula se tensa al pensar en que Andrew quizás venga aquí a entretenerse; siento como tira de mi brazo y me arrincona en uno de los muros, pone una mano a cada lado de mi cabeza y su mirada se clava en la mía
—Deja de pensar tonterías, en verdad me desarmas, perdón por meterme en tu cabeza, yo solo soy dueño del bar, no me gusta venir a perder el tiempo y si bien hay chicas hermosas, ninguna te llega a los talones—
Mis mejillas arden, trato de desviar un poco la mirada, estoy avergonzada, sus dedos se cuelan por debajo de mi mentón haciendo que lo mire de nuevo, sus ojos centellean esmeralda y solo puedo suspirar
—Prometo no ser tan celosa—
—El problema es que en verdad tus celos me encienden, me provocas, es tan fuerte que sacaría a todos del bar y te pondría en una pasarela a bailar solo para mí, seguro sería un gran espectáculo a mi visión, ¡Mierda! De imaginarte me estoy excitando, Nath, te deseo—
Su mirada profunda me hace estremecer, llevo mis manos a su nuca atrayéndolo hacia mí y comienzo a besarlo, ahora soy yo quien toma la iniciativa de aventurarme con mi lengua, él sonríe contra mis labios sin romper el beso y me permite seguir con mi travesura
—Andrew—
Susurro su nombre entre besos
—¿Si? —
—yo te…—
Cuando estoy por confesarle lo que siento me veo interrumpida con el sonido de alguien aclarándose la garganta a nuestras espaldas, mi respiración es agitada y mi pulso martillea fuertemente ensordeciéndome, Andrew suspira y pega su frente a la mía
—¿Qué quieres, John? —
En definitiva sus habilidades de demonio me sorprenden ¿Cómo puede saber quién es sin verlo? Se separa de mi poniéndose a mi lado y luego toma mi mano, frente a nosotros un tipo de aproximadamente un metro con setenta de estatura, piel blanca un tanto pálida, cabello obscuro y ojos claros, quizás ámbar, no alcanzo a apreciar bien con estas luces y sin mis gafas, vestido en vaqueros y una camisa un tanto ridícula
—Buenas noches, jefe—
Responde en un tono un tanto amable o será que finge para que mi novio no le parta el culo de una patada
—Buenas noches, la señorita que me acompaña en este momento es mi asistente, mi auditora y también mi muy hermosa novia, así que el mismo respeto que hay para mí, lo tendrás hacia ella ¿lo entendiste? —
El tipo pasa su mirada de Andrew a mí y luego de vuelta
—Si jefe, aunque debo decirle que me tiene un tanto preocupado, sabe que yo le sirvo con lealtad y no comprendo que números están mal—
—Solo quería asustarte, imbécil, vamos a la oficina, quiero que me muestres los números de este mes, mi chica se encargará de poner todo en orden, por cierto para ti será… —
Deja su frase inconclusa y me mira, me imagino que quiere saber cómo quiero que el tipo se dirija a mí, pero eso de señorita Collins no me resulta muy cómodo
—Harper, solo llámame así—
Andrew me sonríe, sabe que solo para él soy Nath, su chica y me agrada que eso pueda resultar tan intimo
—Bien, Harper, entonces las finanzas te las estaré reportando a ti y ya el jefe se encargará de lo demás—
—Así es, ella es mi mano ejecutora, John, así que es de mi entera confianza, es mi compañera en todo sentido—
Al escuchar eso me sonrojo, en definitiva no puedo decir algo sin que me resulte ardiente, pasamos por uno de los pasillos y al fondo una puerta, seguro es la oficina, creo que al fin me sentiré en ambiente, me gusta mi trabajo y en un lugar como este prefiero estar alejada de los tipos ebrios y las chicas nudistas, nada como hablar de negocios, bueno no hay nada mejor que estar con Andrew, pero aquí no podemos hacer mucho, no podemos repetir lo de esta mañana en un lugar como este, pero el hecho de pensar en su fantasía de estar solos en este lugar y yo bailando para él me hace delirar, me está volviendo una pervertida.
************ *********
—Nath, no sé tú, pero yo necesito un trago, esos números en verdad me volaron un tanto la cabeza, no entiendo como logras dominarlos a la perfección —
—Años de práctica, pero sí, yo también necesito un trago, algo suave, no soy de beber mucho—
Me acaricia la mejilla con el dorso de su mano y sus ojos centellean esmeralda
—No te preocupes, te traeré algo tan dulce como tú, solo será un trago y nos vamos, sé que no te agrada la idea de estar aquí—
—Solo si estamos tú y yo solos, vaquero—
—¡Nath! —
Suelta escandalizado provocándome una carcajada, en verdad eso de provocarlo me gusta, él se contagia y solo sonríe negando con su cabeza
—¿Qué? —
—Ya te convertí en una pervertida de lo peor, bueno, voy por nuestros tragos, aquí estarás segura—
Me da un guiño y solo atino a sonreír como una tonta enamorada, en verdad me gusta el cómo se dan las cosas entre nosotros, lo miro girarse en sus talones y caminando hacia la barra mientras yo solo me quedo recargada en uno de los muros suspirando, cierro por un momento los ojos, pero es ahí que siento un fuerte escalofrío, me estremezco, mis ojos se abren de golpe y justo frente a mí con una sonrisa tenebrosa e inquietante, Jake
—Hola Harper—
Su tono es profundo e intimidante, me pongo en estado de alerta, algo no está bien, a su alrededor veo ese peculiar halo, su aura en un color rosa sucio, es turbia, da miedo, miro a mi alrededor tratando de buscar a Andrew, tengo un mal presentimiento, pero debo tratar de no mostrar mi miedo o me hará caer
—Hola Jake ¿Qué tal? ¿Cómo ha ido en la oficina? —
—Es difícil sin tu compañía, Harper, deberías volver—
—Si bien estoy agradecida por todas las experiencias en el despacho, debo decir que Andrew me da muy buenas oportunidades—
—¿Te acuestas con él? —
Pregunta con voz fiera, su mirada se ensombrece, sus manos están apuñadas y veo como su semblante comienza a cambiar, es como cuando las alucinaciones atacan, sus ojos se muestran gélidos, vacíos, trago en seco
—Creo que lo que haga con él no te interesa—
—No es lo que tú crees, ¿ya te dijo lo que es? —
—¿Tú qué sabes de eso? Escúchame bien Jake, yo jamás he estado interesada en ti, y sí, estoy con Andrew y hablo no solo de lo profesional, en verdad estoy con él y es algo que a ti no te incumbe, así que déjame tranquila—
Suelto molesta, necesito que mi miedo se oculte tras mi ira, no puedo permitirle hacerme daño
—Nath, ¿te está molestando? —
Escucho la voz de Andrew, mi mirada va de los ojos de Jake hasta sus espaldas donde se encuentra Andrew con sus ojos centellando rojizo, Jake se gira en sus talones encarándolo, creo que habrá una pelea
—Ya me iba, Wargner, pero creo que sabes que no la dejaré tranquila hasta verte destruido—
Su última palabra hace que mi piel se erice, da miedo, es ahí que recuerdo lo que Andrew me dijo, los ángeles son aterradores, no reflejan nada, ¿acaso Jake será uno de ellos? No tengo ni idea, pero solo puedo rogar porque no se atreva a hacernos daño, tengo algo de miedo; Jake pasa de largo a Andrew golpeando su hombro con el suyo, mi novio solo frunce el ceño y suelta una pesada respiración, se acerca de inmediato a mí y cuando esta por tomarme por los hombros yo lo abrazo
—Por favor no me sueltes—
—Tranquila, Nathalie, ya se fue, ¿quieres ir a casa? —
—Vi su aura, era rosa sucio y muy turbia, era malo, pero no entiendo bien que es, por favor, dime que pasa, me dio un miedo atroz—
Siento como suelta una pesada respiración, sus manos van a mis hombros separándome de él, lo miro a los ojos, su expresión de preocupación es más que evidente y yo tiemblo como una jodida gelatina
—Vamos al auto, te diré todo ¿ok? Pero como siempre te pido, ten la mente abierta y confía en mi—
Asiento y me toma de la mano, juntos atravesamos el lugar evitando a las personas, logro notar en algunos esos ojos negros como pozos sin fondo y caras deformadas, la piel de mi nuca se eriza, Andrew tira de mi abrazándome por la cintura y se acerca a mi oído
—Tranquila, se lo que ves, pero ignóralos, no vienen por ti, saben que estás conmigo, me temen—
Susurra y yo solo me abrazo a él decido cerrar los ojos mientras mis pies andan torpemente, agradezco que sea el quien nos conduzca por el lugar cuidándome; una ventisca helada choca contra la piel de mi rostro, suspiro, estamos afuera al fin
—Nath, cariño, abre los ojos—
Hago lo que me pide, sus labios se unen en una fina línea, pareciera analizar lo que tiene que decir
—Por favor, sin suspenso, solo dilo, vaquero—
—Lo que viste es simple, tu amigo está por decirlo de algún modo, poseído por un ángel y no uno cualquiera, seguro el imbécil notó lo que eres y cómo estás conmigo quiere joder—
—¿Qué se supone que soy? —
Me toma por ambas manos, sus ojos centellean esmeralda, esto cada vez es más confuso, todo estaba bien, todo era tranquilidad y ahora nos joden
—Vamos al auto, te lo diré, lo juro—
—Solo dímelo y ya, Andrew, por favor—
Digo con desesperación, él se pasa una mano por el rostro, sus ojos centellean del azulino al verde
—Eres una celestial—
—¿Una qué? —
Suelta una pesada respiración, me toma de la muñeca y mira a ambos lados, no hay nadie alrededor, esa bruma negra nos envuelve y es mi señal para cerrar los ojos, siento el cambio brusco de posición y al abrir los ojos noto que estamos en el auto
—Eres una celestial, Nath, eso quiere decir que tu moriste y un ángel guardián renunció a su pacto con el cielo para darte vida, eres inmortal—
—¡No inventes! ¡carajo! —
—Mírame a los ojos, necesito ver tu alma, no te haré daño, pero es la única forma para explicarte con claridad —
Mis manos tiemblan, bueno, toda yo estoy temblando, no entiendo una mierda que es lo que trata de decirme, ¿una celestial?, mis manos van a sus mejillas, pareciera preocupado, con miedo, odio verlo así, no me alejaré de él a pesar de todo
—Antes de que lo hagas debo decirte algo importante—
—Dime, ovejita—
—Andrew, te amo—
Su mirada centellea esmeralda y veo ese chispazo de ilusión, me da una amplia sonrisa
—¿En serio? —
—No puedo bromear con eso, tonto—
—Nath, ¡oh por dios!, eres mi adoración, te amo, gracias por corresponderme—
—¿Es necesario que me expliques cosas tan complicadas ahora? —
—Si, debemos saber cómo llegaste a ser celestial, solo me tomará unos segundos, luego podré decirte lo que vi en tu alma—
—Se escucha complicado—
—Confía en mí, ovejita—
Se acerca y me da un suave beso, no puedo evitar suspirar, tiene un gran efecto en mí, me devuelve la calma por completo
—Te amo—
Susurro contra sus labios, él me sonríe sin dejar de besarme
—Te amo Nathalie—
Susurra contra los míos, rompemos el beso y toma su distancia acunando mi rostro tomándome de las mejillas
—Solo mira mis ojos y relájate—
Estos centellean rojizo, luego pasan al azulino y la calma absoluta me invade, se siente bien, no puedo dejar de mirarlo, ¡carajo! Es tan sexy, creo que acaba de leer mi pensamiento porque esboza una linda sonrisa coqueta, de prontos sus cejas se arquean, frunce el ceño y se pone un tanto serio, parpadea un par de veces y lo imito es como salir de una especie de trance
—Lo que te diré es muy fuerte, pero es la verdad—
—No me tengas con esta ansiedad y habla—
—Tu madre no murió cuando tu naciste, tu padre la asesinó, pensó que ella lo engañaba, que tú no eras su hija y la atacó—
—¡No! Eso debe ser falso, no puede ser posible, ¿Cómo no lo atraparon? —
Pregunto y mis ojos se llenan de lágrimas, ¿en serio? ¿pudo ser tan cruel como para matar a mi madre?; las manos de Andrew van a mis hombros, creo que estoy por hiperventilar
—Nath, no miento, hablo en serio, tu padre apuñaló a tu madre, tu moriste y un guardián que rondaba por ahí vio el momento desgarrador, no pudo aceptar que murieras así y te dio su alma, su vida, al salir del vientre de tu madre, tu padre se dio cuenta de tu llanto y si bien no te quería por que dudaba que fueras su hija, le remordió la conciencia, te auxilio y fingieron un atraco en tu casa, que unos ladrones entraron y atacaron a tu madre y se salió con la suya—
Comienzo a temblar, esto no está bien, mi pulso martillea en mis oídos ensordeciéndome, mi respiración es acelerada y estoy hiperventilando, las lágrimas de acumulan y de pronto siento un fuerte escalofrío, un flash en mi cabeza me bombardea con un recuerdo uno en el cual veo a mi madre en el suelo, pero es una pesadilla que recurrentemente la tenia de niña
—Nath, háblame—
—Hay más ¿cierto? —
—Si, Jake está poseído por Michael y quiere joderme a través de ti—