Después de pedirles perdón, me ayudan a levantarme, me abrazan y me besan, les pregunto cómo hicieron todo eso y me dicen que le pidieron ayuda al doctor para darme pastillas para dormir disueltas en agua, que además nunca hubo nadie más, que nunca hubo golpe al bajar del auto, solo fue el efecto de los sedantes, y que el resto lo estuvieron planeando durante las dos semanas que no nos vimos.
Tengo que reconocer que me han sorprendido, pero en algún momento si me hicieron tener miedo, sin embargo entiendo sus emociones y busco compensarlas pasando un rato los tres juntos, sin sexo, sólo compartiendo cosas como buenos amigos.
Cuando caigo en cuenta es domingo y he pasado el fin de semana con ellas, así que María Dolores me regresa a mi apartamento, me dice que podría irme a vivir con ella
