Descifrando enigmas.
Al salir del edificio encuentro la camioneta de María Dolores esperándome, me acerco y para alegría mía, es María Dolores la que conduce, sin embargo veo al asiento de atrás y Esmeralda también viene, lo cual completa mi alegría y de paso arregla mi día.
Después de saludarnos, salimos con rumbo a mi casa, al llegar nos bajamos los tres, entramos al apartamento y pedimos una pizza, hablamos de muchas cosas, entre otras que efectivamente Esmeralda de mano de María Dolores ha ido mejorando tanto en lo personal cómo en lo laboral, de manera que en los últimos meses ha aprendido muchas cosas, entre otras a conducir, ha solicitado la visa a Estados Unidos y está inscrita en una academia para aprender inglés, en verdad me siento muy feliz por ella, pero creo que hay un plan
