Me mira directamente a los ojos, luego toma aire mira por la ventana que hay a mi derecha y me dice: - Linda vista, ¿Verdad? - Si señor. - Sabes, originalmente, éste era mi puesto, ya sabes el mejor puesto de éste cajón donde estamos, ja ja ja, sin embargo, es el último puesto, y si alguien necesita algo de mi, debe pasar por el puesto de todos, lo que hace que todos se desconcentren, por eso me cambie al que queda en la mitad, y sin embargo parece ser que ese tampoco es el ideal, pude ver que te llamó la atención ayer la señorita Andrea. - ¿Qué, no, no señor, bueno, un poco, pero es por lo que usted dice, al llegar hasta acá me distrajo su presencia. - Miguel, no tienes que hacerte el santo conmigo, Andrea está buena y punto, pero si, sé que también eso