Capítulo 4. María Dolores

3669 Words
Al bajar del bus, me dirijo directamente hacía mi apartamento, no quiero que me den sermones hoy, de manera que cuando llego a la puerta de la casa de mis tíos, veo que el cielo se ve entre naranja y morado, un viento frio corre entre las calles, y me doy cuenta que lloverá toda la noche. Abro rápidamente la reja, entro y la aseguro como siempre me piden ellos, luego mientras subo las escaleras hacía mi apartamento, siento la primera gota de la noche, agradezco mucho que haya alcanzado a llegar a la casa, ya que de lo contrario me hubiera tocado lavarme bajo la lluvia, puesto que ese día no llevé el paraguas. Nuevamente entro en mi apartamento, y una vez que me aseguro que la puerta está bien cerrada, y de seguro hasta el día siguiente, me voy quitando la chaqueta en  poliéster del uniforme, luego me desabrocho el cinturón y los zapatos, me quito el pantalón y lo extiendo en el tendedero que tengo en la entrada, recojo el pantalón del día anterior y lo doblo con cuidado, me quito la camisa que va a la cesta de ropa sucia, me pongo chanclas y me voy a lavarme las manos y la cara. Cuando me levanto,  me veo al espejo con la cara mojada, mientras me veo a los ojos me pregunto a mí mismo, si de verdad voy a seguir el juego de Andrea, si quiero ser uno más de su entretención, yo por mi parte aunque tengo novia, es como si en realidad solo fuera una amiga, no nos hemos dado ni un beso, y a este paso cuando llegue el día de la boda estaré totalmente oxidado, o absolutamente agotado, según lo que elija hoy, me acuerdo que Andrea me dio su número, pero no estoy seguro de llamarla, claro, no puedo negar que me provoca y demasiado, por su culpa he llegado a la casa con una humedad inusual pero ya conocida de los tiempos en que estaba con Esmeralda. Por cierto, ¿En qué andará ella? Después de que nos separamos, no volví a contactarla, fue como si hubiera sido sólo el producto de mi imaginación, un fantasma; pues al día siguiente de nuestra discusión, simplemente se levantó temprano y se fue, se llevó su ropa y no la volví a ver. Supongo que debió irse a casa de sus padres, ya que no sólo era mi padre el interesado en que nos separáramos, según los padres de ella, yo era una pésima influencia para Esmeralda. Se me dibuja una sonrisa nostálgica en el rostro, si sus padres supieran que era ella quien siempre tenía las ideas locas, y que fue por ella que seguimos con el asunto del robo a la tienda de mi padre hasta las últimas consecuencias, pero los padres nunca aceptan que sus hijos son los que inducen a los malos pasos, eso sería equivalente a reconocer que no hicieron bien su trabajo y los padres viven con el miedo de que los tilden de malos padres; bueno, la mayoría de los padres, el mío se ha encargado de hacerle saber a todo el mundo que me zafé de sus manos y me volví el gamín del barrio, claro, la culpa no es de él, es mía únicamente, eso es obvio. Sin embargo, siendo sincero, yo nunca he sido malo, sólo escucho metal y me gusta la rumba en el centro al son de una buena discusión existencialista, nunca había hecho nada malo hasta ese día, de hecho, siendo preciso, ni siquiera ese día puedo decir que haya hecho algo más malo de no avisar a la policía tan pronto como entendí el plan de mí supuesto amigo. Que más da, ya no importa, igual me quedé sin el amor de mi vida, y ahora tengo un compromiso con una mujer que está dispuesta a todo con tal de cumplir las indicaciones de sus padres. Por otro lado, nunca he conocido a una persona tan juiciosa y cumplidora de las indicaciones sin saltarse ni una sola instrucción y que le importe tan poco sus propios intereses. He hablado bastante con ella, en promedio más de 30 minutos por día cada día al atardecer y he aprendido a conocerla un poco más, ella es romántica, muy religiosa, bastaría con decir que es de las que si cumplen lo que predican, la mayoría vamos por ahí diciendo una cosa y siempre terminamos haciendo otra. Bueno, ese no es el caso de María Dolores…Tiene un nombre muy bonito, y no solo su nombre, ella también es hermosa. Es una mujer de 1,80 metros, delgada y de abdomen plano, refinada en sus gestos y caminar, de piel blanca y cabello castaño hasta la mitad de la espalda, ojos verdes y su rostro es fino y suave, su nariz es respingona y tiene los ojos grandes pero de parpado grueso, lo que le da un aire ensoñador, Dios la bendijo con buenos senos, piernas y nalgas, en resumen, es una mujer que de solo verla puede enamorar a más de uno, y si te acercas a ella y le hablas te das cuenta que es amable y muy conciliadora, es alegre y muy tierna también, es decir, por donde la miren la mujer no parece tener ningún defecto. Es el orgullo de sus padres, pues es hija única, siempre ha tenido el privilegio de practicar cuanto deporte o arte existe y ha querido practicar, pues sus padres siempre han sido bendecidos en el aspecto económico, y como ellos mismos dicen: “¿Cómo no apoyarla en lo que quiere, si es un regalo de Dios”. Y tienen razón. Sí, lo sé, ya empiezo a sonar enamorado de ella, y es que además de ser lo esperado, es lo único que va a suceder de seguir a este ritmo.  Al final,  ¿Cuál sería el inconveniente de enamorarme de mi novia y futura esposa?   Bueno, dicen por ahí que nadie es perfecto, y al parecer el único defecto, o bueno la única queja que yo tendría de ella es esa condición de no tener sexo antes de los seis meses de novios y esa manía de controlarlo todo, me recuerda a mi madre, de solo pensarlo me pasa un escalofrío por todo el cuerpo. Como punto a su favor, esa rigidez en su manera de ser es lo que la hace ver tan exitosa y casi inalcanzable. Viéndolo así, debo dar gracias a Dios de que me acepte por esposo, pudo elegir a cualquier otro, pero la suerte parece estar de mí lado. De tanto pensar en María Dolores, decido llamarla antes que a mis padres, he estado caminando como loco y prendí el televisor mientras cambio de canales y pienso; entonces me voy a buscar mi teléfono y le marco. Suena un par de veces antes de que conteste y cuando lo hace me dice: -          Hola mi amor, ¿Cómo estás? Definitivo, cada vez le suena más natural -          Bien amor, ¿Y tú? -          Bien, acá ya camino a la casa, no te llamé antes porque no sabía si ya habías llegado y me da miedo que contestes por la calle. No puedo culparla, tiene razón, en ésta ciudad hay que tener cuidado de donde contestas el teléfono celular y en mi barrio muy pocos puntos donde contestar yendo a pie sin miedo a que te lleguen por sorpresa y te arranquen el teléfono de las manos, o algo aún peor. No nos ha ido muy bien con el último alcalde, pero no vale la pena pensar en eso. -          Si amor, tienes razón, gracias por pensar en mí, ¿Qué tal tu día? -          Bien amor, todo el día atendiendo clientes, en reuniones, tú sabes cómo es esto. -          Sí, bueno, no tanto, apenas empiezo en el mundo laboral y solo soy un operario, pero también tuve un día de bastante papeleo. -          Ja ja, si amor perdón, lo olvido a veces, y bueno, ¿Qué has hecho?, ¿Cómo va ese trabajo?, ¿Ya hablas con alguien? En ese momento quiero negarlo todo y cambiar de tema, pero luego pensé en que es mejor que se vaya enterando, claro, no puedo decirle toda la verdad, pero trataré de decirla al máximo. -          Si amor, de hecho además de los compañeros de la oficina que te conté ayer, hoy almorcé con una muchacha de gestión humana, se llama Laura, y parece ser buena gente, si no te molesta creo que almorzaré con ella todos los días. -          Pues amor, te agradezco la sinceridad, pero pues sólo te puedo decir que ten cuidado, no vayas a darle pie para que crea que tú quieres algo más con ella, por lo demás no me molesta. -          Je je, ¿Eso son celos? ¡Ay que linda! -          No amor, no son celos, no me hagas enojar.  Me refiero que una mujer tiene sus maneras de hechizar a un hombre, ya sabes que quiero que estés bien, pero piensa un poquito en mí. -          Ja ja ja, Vale amor, no son celos, yo pienso mucho en ti, de hecho, cada vez que puedo dar una opinión, estoy hablando de ti, te me estás volviendo un tema inevitable. -          Je je, te amo por eso, tú también te me estás metiendo demasiado en la vida, ¿Ves cómo tenía razón? , es cuestión de tratarnos bonito y las cosas se irán dando. -          Si amor, como siempre tienes razón. -          Ja ja ja, ya hasta me haces reír, pero sí, siempre yo ja ja ja, bueno amor, ya voy llegando a la casa, dame un momento no me cuelgues. Pasan unos segundos mientras apaga el auto, y escucho todo el movimiento de ella, mientras se desabrocha el cinturón de seguridad, recoge sus cosas del asiento trasero, guarda o saca algo de la guantera, abre la puerta, y agarra el teléfono también y cierra la puerta tras ella, luego oigo uno a uno sus pasos amortiguados con salpicaduras de agua hasta la entrada de la casa de sus padres, supongo que por donde ella vive, ya ha dejado de llover pero aún quedan algunos charcos, luego suena la alarma de su auto, saca las llaves de su bolsillo, abre la puerta, entra a su casa y luego de cerrar continúa caminando. -          Listo amor, ya en la casa, ¿En qué íbamos?, Ah sí, ¿Y no has hablado con nadie más? ¿Por qué la insistencia?, ¿Sabrá algo de lo que está pasando con Andrea?, Me da algo de pánico contarlo, pero me da más miedo negarlo, de manera que continúo. -          Si amor, mira que justo estaba pensando en eso antes de llamarte, hay otra mujer con la que estoy hablando mucho, se llama Andrea,  es una persona muy amable, pero algo expresiva, ja ja, el asúnto por el que estoy hablando mucho con ella es porque nos venimos en el mismo bus para la casa, claro, ella se baja antes, pero aun así, tenemos buen rato para charlar. Hay un silencio durante unos segundos después que le digo esto. -          Bueno Miguel ¿Qué? ¿Miguel?, Dios, sabe algo. -          Parece que hoy estas decidido a darme celos -          No amor, cómo crees, yo solo te estoy respondiendo lo que me preguntaste, si te pones así, mejor no te digo nada, perdón. -          No amor, el asunto no es si me respondes, sino que no llevas sino dos días y ya almuerzas con una y le haces compañía hasta su casa a la otra. -          Amor, no te pongas así, lo del almuerzo es algo laboral, solo no quiero almorzar solo, pero si tú me lo pides lo haré, y lo de la otra señora, es solo que coincidimos a la salida y en el mismo bus, pero yo llego juicioso a mi casa, ¿Te mando foto para que lo veas? -          No amor, no seas bobito, es que a veces parece que solo yo soy la que está interesada en que las cosas entre los dos funcionen. Por cierto, ¿Cómo vas con tu adicción al sexo? -          ¿Qué?, amor, ya te dije que no es adicción querer hacerlo todos los días, las personas normales lo hacen. -          Pues yo soy normal y no lo he hecho hace mucho tiempo. -          Bueno, perdón de nuevo, quise decir que muchas personas en el mundo lo hacen a diario y que incluso los médicos lo recomiendan, no te enojes por favor. -          ¿Ah sí?, ¿Entonces porque todos se tiran de un puente, tú también lo vas a hacer? No señor, tú vas a ser mi esposo, y espero que sepas que lo ideal es solo hacerlo para tener hijos, que por cierto mis padres esperan sus nietos, y voy a acceder a hacerlo contigo dos veces por semana, sólo porque te amo y no quiero que pienses que tienes una monja por esposa. -          Si amor, yo lo sé, eres un ángel, por eso te amo. Pero bueno, la respuesta a tu pregunta, pues voy bien, ya no me masturbo a diario, de hecho hace mucho que no lo hacía, ayer lo volví a hacer y se sintió  mucho más placentero que otras veces. -          Exacto, es a lo que me refiero, si lo haces todos los días, ya no te va a dar placer, se volverá rutina, pero si lo haces una u otra rara vez, lo vas a disfrutar más, te lo digo por experiencia. Y por cierto, ¿Qué usaste de inspiración? Su pregunta me deja frio, ¿De verdad no habrá una cámara en mi habitación?, o ¿Me habrán implantado un chip en el cerebro para ver algo que solo yo imagino?, lo dudo, debe ser que siento culpa y cada pregunta de ella me induce a contarle todo lo que quiero omitir. -          No amor, pues al principio solo fue cuestión física, eso de que te sientas mucho tiempo y se para, pero luego pensé en ti, cuando te vi con tu traje de baño, lo lamento, eres muy hermosa. Lo sé, tuve que recurrir a un truco muy bajo, pero es la única que se me ocurrió para evitar que me siga preguntando. -          Bueno amor, no te juzgo, pero tampoco tienes que mentirme -          No te miento amor -          Sí Miguel, si lo haces, porque esa foto que tu viste fue de hace 10 años y no tenía el cuerpo que tengo ahora, y solo te la mostré unos segundos, te perdono si me dices que estabas viendo porno o pensando en otra. -          Okey amor, es cierto, si eres hermosa, pero, estaba viendo porno. -          Ja, lo sabía, evita mentirme ¿Vale? Yo te voy a amar como sea. -          Okey amor gracias por tu comprensión, me dejas una duda, ¿Hace cuánto no te masturbas? -          Ese no es el punto amor, y para tu información la última vez que lo hice fue el sábado después que nos vimos, ya sabes, por todo el tema que estábamos hablando, me dejo ansiosa y al llegar a casa tuve que tocarme, pero yo si te lo digo, fue solo viendo videos de esos en internet, de los que estábamos hablando. -          ¡Ah ok amor!, gracias por tu confianza y tu honestidad, perdón por decirte mentiras. -          Cambiando de tema, ¿Estás listo para el domingo?, ¿Ya tienes algo diferente que ponerte? -          ¡Ay amor!, no, lo lamento, lo había olvidado, hasta ahora no me pagan y no lo van a hacer hasta dentro de veintiocho días mínimo, y no quiero pedirle más dinero a mi papá. Pero puedo ir con algo que improvise. -          No amor, no me hagas eso por favor, mis padres ya te conocen toda la ropa, les he dicho que empezaste a trabajar y esperan que si bien no te compres un Armani o un Bottega Veneta, si por lo menos tengas algo de ropa diferente, recuerda que vamos a ir al club. -          Si amor, lo sé, pero ahora no puedo, tendrás que disculparme con tus padres. -          No amor, no voy a hacer eso, tengo una idea mejor, mañana te recojo en el trabajo, y vamos por algo de ropa, ¿Quieres? Y de paso sería una salida que mis padres desconocen, así que estaremos tranquilos y sin La Vigilancia de la que tanto te quejas. -          No lo sé amor, me da pena que me compres cosas. -          Amor, lo nuestro es para toda la vida, ¿Por qué vas a tener pena conmigo? -          De acuerdo amor, acepto, te paso la dirección ahora por mensaje cuando cuelgue contigo, te espero en la puerta y recuerda que salgo a las 5 en punto. -          Si amor, no te preocupes, mañana saldré antes del trabajo, le diré a mi jefe que tengo que verme contigo, seguro aceptará. -          ¿Y si no acepta? -          Amor, no olvides con quien hablas, yo siempre consigo lo que quiero. -          Okey, eso sí me da miedo. -          Ja ja ja, no te pongas con eso, lo digo en serio, puedo ser muy persuasiva. -          Vale amor, confío en ti -          Bueno amor, entonces nos vemos mañana, te amo. -          Yo también te amo. -          ¡Ya estoy ansiosa! Dice eso último dando un gritito como niña chiquita y se termina nuestra conversación. ¿Qué voy a hacer con ésta mujer?, no le puedo decir que no, es tan controladora y tan dulce a la vez, pero sabe cómo hacerme ceder a sus peticiones. De inmediato tomo mi celular, le escribo la dirección de mi nuevo empleo, y le mando un sticker de un corazón bailando y mostrando las nalgas, ja ja ja, seguro le saca una sonrisa. Luego sin pensarlo más decido llamar a mi madre y a mi padre, les cuento como fue mi día, omitiendo las partes que nadie debe saber, y les cuento el plan del almuerzo del domingo con los padres de María Dolores. Para sorpresa mía, no les interesa participar del almuerzo, pues siempre se están autoinvitando a los planes de la familia de María Dolores, luego me felicitan, ya que si ellos me invitan al club, significa que estoy haciendo las cosas bien. Termino la llamada con mis padres y me doy cuenta que no he cenado, ya van a ser las 8 y he hablado de todo un poco con María Dolores, sin embargo hubo varias veces durante nuestra conversación en donde parecía que ella sospechaba algo, ¿Será cierto eso que dicen del sexto sentido de las mujeres? Si es así, supongo que los hombres tenemos otro pero para detectar el peligro inminente, porque mientras ella sospecha de mi cercanía con Andrea, yo sospecho que debo alejarme de ella lo antes posible, no puedo fallar a mis padres, ni a María Dolores, no debe pasar nada más si no quiero conocer las consecuencias finales. No sé cómo lo voy a lograr, pero debo lograrlo. Luego de colgar con mis padres, me voy a la cocina, y preparo algo rápido, un par de sándwiches de jamón y queso sencillo, con un vaso de gaseosa.  Sí, lo sé, si María Dolores me viera comer esto, capaz me regaña, tiene ese talento tan único de hacerte sentir una basura con las palabras más tiernas. Creo que me estoy enamorando, y voy a procurar que todo siga así, mañana en el trabajo, me mantendré en mi puesto, subiré a almorzar y a la salida no tengo que verme con Andrea, mañana será un gran día. Miro un programa en la televisión mientras termino mi merienda, me llama la atención, pero más que entretenerme me permite pensar en todo lo que he hablado hoy con María Dolores, de verdad quiero hacer las cosas bien, y sin embargo es extraño estar en una relación por compromiso y no por deseo en pleno siglo veintiuno, y más extraño es  que ni yo ni ella hacemos parte de ninguna familia real o cosas por el estilo, simplemente somos personas comunes y corrientes, y el que la familia de María Dolores tenga un poco más de dinero, no nos convierte en duques ni príncipes de nada. Por otra parte, lo último que me dijo, eso de que siempre consigue lo que quiere, me hace pensar que todo esto es una petición de ella a sus padres, quienes no pueden decirle tampoco que no y viven complacidos de darle a ella lo que pida. Pero, si es así, vuelve la misma pregunta ¿Por qué yo? No quiero parecer víctima, ya que tanto en el caso de Andrea como en el caso de María Dolores, estoy recibiendo mucho más de lo que alguna vez haya pedido, de hecho, parece que se complacieran en buscarme, pero es evidente que no tengo nada de especial, un muchacho hijo de comerciantes que gusta del buen rock y metal, que tuvo un problema con la justicia y todo el barrio lo sabe, y por supuesto la familia de María Dolores lo sabe, y que después del colegio y prestar el servicio militar, lo único que hizo fue estudiar en una universidad y conseguir un empleo como cualquier otro mortal. Creo que me estoy creando ilusiones tontas, como dirían mis amigos, me estoy “envideando”, no hay razón para no recibir todos estos beneficios, bueno, por parte de Andrea si hay razón, ya que no me conviene de ninguna manera terminar mi relación con María Dolores, es una mujer como ninguna otra. Me levanto de la silla en la que estaba, llevo el plato y el vaso al lavaplatos, los lavo y los dejo en la platera, luego me voy a cepillar y regreso a ver el programa que encontré en la televisión, es una película de las que me gustan, de misterio y zombis, me quedo viéndola hasta que sin querer me quedo dormido.
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